Nueve investigadores estudian los hechos que precedieron a la muerte de 19 bomberos en un incendio forestal en Yarnell, Arizona.
Investigadores en Arizona intentaban responder a todas las interrogantes surgidas tras la trágica muerte de 19 bomberos que combatían un incendio forestal en Yarnell, Arizona, hace tres días.
Los bomberos fallecidos, 18 de ellos miembros de un grupo élite conocido como “Hotshots”, fueron sorprendidos cuando el viento cambió repentinamente de dirección y se enfiló contra ellos.
Solo un miembro del equipo, identificado el martes como Brendan McDonough, de 21 años, logró sobrevivir. Él estaba en una colina, sirviendo de vigía cuando les advirtió a sus compañeros sobre el cambio en el viento.
El cambio fue tan repentino que los bomberos fueron rodeados por las llamas, teniendo que recurrir al uso de refugios temporales, una especie de tiendas de campaña que protegen del calor y de las llamas, los cuales no fueron suficiente.
Los estándares de seguridad en el combate de incendios fueron endurecidos hace 20 años cuando 14 bomberos fallecieron en un incendio en Colorado y los investigadores encontraron una serie de errores en la manera de combatir las llamas.
En esta ocasión, un equipo de nueve investigadores, compuesto de jefes, administradores y expertos en seguridad, se ha hecho cargo de la investigación de la tragedia de Arizona.
La meta final es similar a la de hace 20 años, tratar de evitar que se vuelva a repetir.
Cerca de 600 bomberos combaten las llamas que ya han consumido unos 20 kilómetros cuadrados de terreno y destruido unas 50 casas del poblado de Yarnell, cuya población es de 700 habitantes. Cientos de ellos han sido evacuados.
Los bomberos fallecidos, 18 de ellos miembros de un grupo élite conocido como “Hotshots”, fueron sorprendidos cuando el viento cambió repentinamente de dirección y se enfiló contra ellos.
Solo un miembro del equipo, identificado el martes como Brendan McDonough, de 21 años, logró sobrevivir. Él estaba en una colina, sirviendo de vigía cuando les advirtió a sus compañeros sobre el cambio en el viento.
El cambio fue tan repentino que los bomberos fueron rodeados por las llamas, teniendo que recurrir al uso de refugios temporales, una especie de tiendas de campaña que protegen del calor y de las llamas, los cuales no fueron suficiente.
Los estándares de seguridad en el combate de incendios fueron endurecidos hace 20 años cuando 14 bomberos fallecieron en un incendio en Colorado y los investigadores encontraron una serie de errores en la manera de combatir las llamas.
En esta ocasión, un equipo de nueve investigadores, compuesto de jefes, administradores y expertos en seguridad, se ha hecho cargo de la investigación de la tragedia de Arizona.
La meta final es similar a la de hace 20 años, tratar de evitar que se vuelva a repetir.
Cerca de 600 bomberos combaten las llamas que ya han consumido unos 20 kilómetros cuadrados de terreno y destruido unas 50 casas del poblado de Yarnell, cuya población es de 700 habitantes. Cientos de ellos han sido evacuados.