La medida, dispuesta un día después de la salida de los últimos soldados estadounidenses —lo que puso fin a la guerra de Estados Unidos en Irak tras casi nueve años –, revela la aguda intensificación de las tensiones sectarias que hace apenas unos años habían puesto al país al borde de la guerra civil.
El ministro del Interior, Adil Daham, facilitó detalles a la prensa sobre la orden de arresto, en tanto que la televisión estatal difundió lo que describió como las confesiones de presuntos terroristas vinculados con al-Hashemi y quienes están detenidos.
Los detenidos afirmaron que recibían órdenes del vicepresidente para atacar a funcionarios y policías.
"Fue emitida una orden de arresto contra el vicepresidente al-Hashemi de acuerdo con la ley contra el terrorismo, y cinco jueces la firmaron", dijo Daham, quien mostraba en lo alto copia del documento respectivo.
El domingo, los jueces que investigaban a los escoltas de al-Hashemi en torno a los presuntos ataques prohibieron al vicepresidente viajar al exterior de Irak.
Al-Hashemi y el primer ministro chií Nuri al-Maliki son rivales antiguos y al parecer la orden de arresto tiene trasfondo político.
Desde la invasión de 2003 que encabezó Estados Unidos para derrocar a Saddam Hussein y al régimen de su partido Baath, de predominio suní, esta minoría se ha quejado de manera constante por los intentos de la mayoría chií de marginarlos.