Estados Unidos condenó el ataque en la capital iraní de Teherán que dejó este miércoles un saldo de 12 muertos y decenas de heridos.
"La depravación del terrorismo no tiene cabida en un mundo pacífico y civilizado", dijo la portavoz del departamento de Estado, Heather Nauert.
Nauert, dijo que EE.UU. envía sus pensamientos y oraciones al pueblo de Irán, luego del ataque que impactó el parlamento y el mausoleo del ayatolá Ruhollah Jomeini.
Asimismo expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares.
El comunicado de solidaridad con las víctimas de los ataques es notable por las profundas discrepancias que existen entre EE.UU. e Irán. Ambos países rompieron relaciones diplomáticas y el gobierno de Donald Trump ha enfatizado la necesidad de contrarrestar la influencia de Irán.
El ataque ocurrió el miércoles por la mañana cuando hombres armados asaltaron el Parlamento de Irán y llevaron a cabo un ataque suicida en el mausoleo del ayatolá Ruhollah Jomeini.
El asalto al Parlamento terminó horas más tarde con la muerte de cuatro atacantes.
El Ministerio de Inteligencia iraní dijo que las fuerzas de seguridad arrestaron a un "equipo terrorista" que planeaba un tercer ataque, sin dar más detalles.
El grupo extremista Estado islámico reivindicó los ataques en un comunicado. Si se confirma, estos serían los primeros atentados del grupo musulmán suní en el interior del país predominantemente musulmán chií.
Irán apoya a las fuerzas que combaten a ISIS en Siria e Irak.
Cuatro asaltantes, uno con una pistola y otros con rifles de asalto AK-47, llevaron a cabo el ataque al Parlamento en el centro de Teherán, dijo el diputado Elias Hazrati en la televisión estatal. Reportes no confirmados indican que los atacantes llegaron a tomar cuatro rehenes dentro del edificio.
Según el gobernador de Teherán, dos individuos asaltaron el templo dedicado al imán Jomeini, incluyendo una mujer que se inmoló con explosivos. El otro atacante habría sido abatido por las fuerzas de seguridad.