En lugar de la DEA, ahora Irán ofrece capacitación en inteligencia y planeación de operativos en la selva, además de suministrar equipo de comunicaciones para la fuerza antidroga boliviana.
Bolivia, que rompió relaciones con la oficina antidrogas de Estados Unidos (DEA) en 2008, recibirá capacitación de inteligencia militar y planeamiento de operaciones antidrogas de Irán, en virtud de un acuerdo alcanzado este martes en la visita del líder iraní Mahmud Ahmadinejad al presidente Evo Morales.
Ahmadinejad se comprometió con entrenar a 10 oficiales antinarcóticos en inteligencia y en planeación de operativos en la selva, además de suministrar equipo de comunicaciones para la fuerza antidroga boliviana.
El jefe civil de esa fuerza, Felilpe Cáceres declinó comentar sobre si la cooperación iraní en la lucha antidrogas afectaría aún más la relación con Estados Unidos en ese terreno que ha ido disminuyendo en los últimos años a raíz de una disputa política entre La Paz y Washington.
Morales rompió con la DEA en septiembre de 2008, cuando Bolivia ya era el tercer productor mundial de hoja de coca.
El “anti imperialismo” fue la tónica de los discursos de ambos mandatarios en alusión indirecta a Estados Unidos, aunque sin nombrarlo.
"La independencia y la justicia han tenido muchos enemigos y los siguen teniendo, son estados que tienen avaricia y codicia (...), el largo período del colonialismo es resultado de esa actitud de gobiernos y estados que están en contra del desarrollo de nuestros pueblos", denunció Ahmadinejad.
Morales, contestó que su Gobierno se sentía agradecido y solidario con Teherán. "Quiero decirle, hermano presidente Mahmoud: No está solo; estamos acá acompañando toda su lucha anti imperialista", dijo Morales.
Las declaraciones de Ahmadinejad en La Paz también estuvieron precedidas por un comunicado que emitieron conjuntamente los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, tras su reunión al margen de la cumbre del G20 en Los Cabos (noroeste de México), en el que dijeron que Irán "debe emprender serios esfuerzos para recuperar la confianza internacional sobre la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear".
Washington y Moscú advirtieron que, "para ello, Teherán debe cumplir sus compromisos completamente (...) y cooperar con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para solucionar rápidamente todos los asuntos pendientes".
Bolivia es la primera escala en el regreso del presidente iraní a Sudámerica y además visitará Venezuela y Brasil.
Ahmadinejad se comprometió con entrenar a 10 oficiales antinarcóticos en inteligencia y en planeación de operativos en la selva, además de suministrar equipo de comunicaciones para la fuerza antidroga boliviana.
El jefe civil de esa fuerza, Felilpe Cáceres declinó comentar sobre si la cooperación iraní en la lucha antidrogas afectaría aún más la relación con Estados Unidos en ese terreno que ha ido disminuyendo en los últimos años a raíz de una disputa política entre La Paz y Washington.
Morales rompió con la DEA en septiembre de 2008, cuando Bolivia ya era el tercer productor mundial de hoja de coca.
El “anti imperialismo” fue la tónica de los discursos de ambos mandatarios en alusión indirecta a Estados Unidos, aunque sin nombrarlo.
"La independencia y la justicia han tenido muchos enemigos y los siguen teniendo, son estados que tienen avaricia y codicia (...), el largo período del colonialismo es resultado de esa actitud de gobiernos y estados que están en contra del desarrollo de nuestros pueblos", denunció Ahmadinejad.
Morales, contestó que su Gobierno se sentía agradecido y solidario con Teherán. "Quiero decirle, hermano presidente Mahmoud: No está solo; estamos acá acompañando toda su lucha anti imperialista", dijo Morales.
Las declaraciones de Ahmadinejad en La Paz también estuvieron precedidas por un comunicado que emitieron conjuntamente los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, tras su reunión al margen de la cumbre del G20 en Los Cabos (noroeste de México), en el que dijeron que Irán "debe emprender serios esfuerzos para recuperar la confianza internacional sobre la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear".
Washington y Moscú advirtieron que, "para ello, Teherán debe cumplir sus compromisos completamente (...) y cooperar con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para solucionar rápidamente todos los asuntos pendientes".
Bolivia es la primera escala en el regreso del presidente iraní a Sudámerica y además visitará Venezuela y Brasil.