Una interrupción importante de internet en Irán, con el objetivo de reprimir las protestas antigubernamentales, se extendió hasta el sexto día, y los niveles de acceso aumentaron ligeramente cuando las autoridades dijeron que volvieron a conectar varias regiones a la web.
En una serie de tuits del jueves, el grupo de monitoreo de internet NetBlocks, con sede en Londres, dijo que el cierre casi total de internet en Irán comenzó a disminuir después de 113 horas, con un aumento de la tasa de conectividad nacional del 5% al 10%, y más tarde al 15% a principios del viernes.
La conectividad se había desplomado hasta aproximadamente un 5% el sábado por la noche y en su mayoría se mantuvo en ese nivel hasta el jueves por la tarde.
Las agencias de noticias estatales iraníes informaron que las autoridades estaban restaurando gradualmente el acceso a internet en varias regiones, incluida la provincia sureña de Hormozgan, que alberga el principal puerto de Bandar Abbas.
En declaraciones a los periodistas en Teherán, Abolhassan Firouzabadi, secretario del Consejo Supremo del Ciberespacio de Irán, dijo que el organismo estatal tomaría una decisión el jueves por la noche sobre si finalizar el cierre de cinco días de Internet.
La interrupción temporal ha dañado aún más una economía ya debilitada por las sanciones estadounidenses. Firouzabadi dejó entrever que la interrupción terminaría "dentro de los próximos dos días".
Las autoridades iraníes impusieron el cierre para evitar que los activistas de la oposición se comuniquen y publiquen imágenes en línea de las protestas a nivel nacional, que estallaron el viernes pasado en respuesta al abrupto aumento del 50% en el precio subsidiado de la gasolina.
"¡Quieren transparencia CERO, pensando que el mundo no descubrirá la muerte y la tragedia que está causando el régimen iraní!", agregó Trump .
Muchos iraníes ven el aumento del precio del gas como una carga adicional para sus billeteras, en un momento de empeoramiento de las condiciones económicas.
La moneda de Irán se desplomó frente al dólar, mientras que la inflación y el desempleo se dispararon en el último año, debido al endurecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos.
La corrupción y la mala gestión del gobierno también han contribuido al malestar.