Decenas de delegados a la conferencia de las Naciones Unidas sobre racismo se ausentaron de la sala durante un discurso del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad.
Delegados europeos y
canadienses protestaban la crítica del líder iraní a la fundación de Israel y
el desplazamiento de los palestinos.
Algunas personas que
permanecieron en el auditorio en Ginebra, provocaron que Ahmadinejad se riera
ante las interrupciones pero continuó su discurso. Otros lo aplaudieron.
En el comienzo del
discurso el presidente iraní, uno de dos manifestantes con pelucas multicolores
arrojó un objeto al gobernante, pero sin dar en el objetivo. Guardias de
seguridad expulsaron a los manifestantes del salón.
Estados Unidos y algunos
de sus aliados boicotearon la reunión.