La agencia de noticias The Associated Press (AP) asegura que el borrador de un acuerdo adicional al pacto nuclear entre una agencia de la ONU y Teherán, permitiría a Irán usar sus propios expertos para inspeccionar las instalaciones de Parchin, un sitio presuntamente utilizado para fabricar armas nucleares.
La revelación seguramente alimentará las suspicacias sobre el acuerdo logrado por Washington, el cual, según sus detractores en el Congreso estadounidense y en el gobierno israelí, se basa en la confianza en los iraníes.
Sin divulgar su contenido, el gobierno del presidente Barack Obama dijo que el acuerdo colateral es un arreglo técnico normal entre la Agencia Internacional de Energía Atómica, AIEA, e Irán sobre aspectos concretos de la inspección.
“La AIEA se siente cómoda con los arreglos, los cuales corresponden únicamente a las investigaciones de la agencia de las actividades históricas de Irán", aseguró el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
"En lo que se refiere a dar seguimiento al comportamiento de Irán de cara al futuro, la AIEA ha desarrollado separadamente el régimen de inspecciones más robusto que alguna vez se haya negociado de forma pacífica para asegurar que el actual programa nuclear de Irán continúe siendo exclusivamente pacífico, lo cual es el objetivo último, como saben del Plan de Acción Integral Conjunto”, agregó.
La AP dice que el acuerdo colateral se diferencia de las inspecciones normales porque esencialmente cede la autoridad de la AIEA a Irán. Permite a Teherán emplear sus propios expertos y equipos en la búsqueda de pruebas de actividades que ha negado de manera consecuente: el intento de fabricar armas nucleares.
Se espera que el Congreso estadounidense vote sobre una resolución de rechazo al acuerdo iraní a principios de septiembre, pero aún si se aprueba, el presidente Obama puede vetarla.
El secretario de Estado John Kerry ha dicho que el documento de Parchin es similar a otros acuerdos de rutina entre la AIEA y sus estados miembros, y el jefe de la agencia, Yukiya Amano, dijo a los senadores republicanos la semana pasada que está obligado a no revelar el contenido del documento.