Obama comienza a “vender” el acuerdo con Irán

El presidente hace el anuncio del acuerdo con Irán desde la Casa Blanca.

Tanto el presidente como el secretario de Estado, John Kerry, hicieron un nuevo llamado a los legisladores para que den tiempo y espacio para forjar los detalles finales del acuerdo integral.

Pese a las celebraciones en Washington y Teherán tras el histórico entendimiento preliminar alcanzado entre Irán y las potencias mundiales, las perspectivas de una fácil implementación y aceptación del acuerdo todavía tienen un largo camino por delante.

Para empezar, el entendimiento al que se ha llegado, que el presidente Barack Obama califica como “un buen acuerdo”, no resuelve el enfrentamiento entre el mandatario y algunos legisladores estadounidenses que piensan que el Congreso es quien tiene que dar la aprobación final y tampoco convence a varios importantes líderes en el Medio Oriente que ven el acuerdo con escepticismo.

El proceso de “venta” del acuerdo comenzó desde el jueves, cuando el presidente llamó telefónicamente al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahyu, y al rey Salman de Arabia Saudita. Obama invitó a los líderes del Golfo Pérsico para reunirse en Camp David antes de que se termine el acuerdo final, programado para el 30 de junio.

De igual manera, en Washington tanto el presidente como el secretario de Estado, John Kerry, hicieron un nuevo llamado a los legisladores para que den tiempo y espacio para forjar los detalles finales del acuerdo integral.

El liderazgo republicano, sin embargo, reafirmó su intención de someter el acuerdo a votación para que sea el Congreso quien tenga la palabra final.

El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijo en un comunicado que "los parámetros de un acuerdo final representan un alejamiento preocupante respecto a los objetivos iniciales de la Casa Blanca".

Boehner también remarcó que "el Congreso debe tener el derecho de examinar a fondo todos los detalles de cualquier acuerdo, antes de que se levanten las sanciones".

El senador Marco Rubio, un posible candidato a la candidatura presidencial, dijo que los términos iniciales del acuerdo con Irán son "muy problemáticos" y prometió trabajar para imponer sanciones adicionales.

Obama ha prometido vetar cualquier legislación que dé al Congreso la potestad de aprobar o rechazar el acuerdo.

La respuesta en Irán

El presidente iraní, Hassan Rouhani, aplaudió el acuerdo marco alcanzado el jueves, señalando que "un día que quedará en la memoria histórica de la nación iraní".

Dirigiéndose a la nación por televisión, Rouani dijo que el acuerdo marco alcanzado con seis potencias mundiales protegerá los derechos nucleares de Irán y proporcionará alivio por las sanciones internacionales.

"Algunos piensan que hay que luchar, ya sea contra el mundo o rendirse a las potencias mundiales. Nosotros decimos que ni lo uno ni lo otro”, dijo. "Hay una tercera vía: Podemos tener la cooperación del mundo”.

El presidente iraní prometió que Irán cumplirá todos sus compromisos en el acuerdo, “siempre y cuando la otra parte cumpla con sus promesas también”.

La resistencia también fue palpable en el propio Irán, donde algunas voces conservadoras dijeron que el acuerdo es un buen trato para Occidente y un desastre para Irán.

Hossein Shariatmadari, asesor del líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, y editor del diario conservador Kayhan, dijo a la agencia de noticias semioficial Farsi el viernes que Irán intercambió su "caballo listo para correr por uno con una brida rota".

No hubo una reacción inmediata del Ayatola Ali Khamenei, el líder supremo de Irán, que en el pasado ha dicho que confiaba en las capacidades de los negociadores iraníes para tomar decisiones, pero que también les advirtió no cruzar “las líneas rojas”.

No obstante, los analistas y comentaristas en casi todo el mundo han aplaudido el acuerdo y hasta lo consideran sorprendente en su amplitud.