El discurso pronunciado por Hassan Rouhani ante la Asamblea General de la ONU contrasta con el lenguaje agresivo utilizado por su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad.
El discurso pronunciado la víspera en la ONU por el presidente de Irán, Hassan Rouhani, bajó de tono la usual retórica contra Israel utilizada por Teherán e incluso de declaró abierto a negociaciones con EE.UU. sobre su programa nuclear.
Expertos el tono más mesurado del discurso y el hecho de que Rouhani haya ido más lejos en una entrevista difundida este miércoles por la CNN al decir que “el crimen que los nazis hicieron con los judíos es “reprensible y condenable”.
Sus palabras contrastan abiertamente con las de su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad, quien incluso llegó a decir que el Holocausto había sido una invención y un “mito” propalado por Israel.
Analistas destacan el hecho de que Rouhani concluyó su discurso con una referencia no solo al Corán y la Biblia sino también a la Torah judía, aunque la delegación de Israel ante la ONU se retiró de la sala antes de sus palabras y el ministro de inteligencia israelí, Yuval Steinitz, las calificó de “juego de engaño”.
Sin embargo, en un mensaje de texto enviado a la prensa y citado por la AP, el ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, opinó que el primer ministro Benjamín Netanyahu cometió un “error” al instruirle a su delegación en ONU que se retirara, porque creó la impresión de que Israel no está interesada en alentar
una solución pacífica al conflicto creado por el programa nuclear iraní.
Rouhani dijo además que Irán está preparado para llevar a cabo negociaciones sobre su programa nuclear bajo la condición de que se le reconozca el derecho a enriquecer uranio.
Ni Rouhani ni el presidente de EE.UU., Barack Obama, estuvieron presentes en la sala cuando cada uno de ellos pronunció su discurso, pero el mandatario iraní dijo que tras haber escuchado las palabras del mandatario estadounidense tenía confianza en que las dos naciones podían arreglar sus diferencias.
Expertos el tono más mesurado del discurso y el hecho de que Rouhani haya ido más lejos en una entrevista difundida este miércoles por la CNN al decir que “el crimen que los nazis hicieron con los judíos es “reprensible y condenable”.
Sus palabras contrastan abiertamente con las de su antecesor, Mahmoud Ahmadinejad, quien incluso llegó a decir que el Holocausto había sido una invención y un “mito” propalado por Israel.
Analistas destacan el hecho de que Rouhani concluyó su discurso con una referencia no solo al Corán y la Biblia sino también a la Torah judía, aunque la delegación de Israel ante la ONU se retiró de la sala antes de sus palabras y el ministro de inteligencia israelí, Yuval Steinitz, las calificó de “juego de engaño”.
Sin embargo, en un mensaje de texto enviado a la prensa y citado por la AP, el ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, opinó que el primer ministro Benjamín Netanyahu cometió un “error” al instruirle a su delegación en ONU que se retirara, porque creó la impresión de que Israel no está interesada en alentar
una solución pacífica al conflicto creado por el programa nuclear iraní.
Rouhani dijo además que Irán está preparado para llevar a cabo negociaciones sobre su programa nuclear bajo la condición de que se le reconozca el derecho a enriquecer uranio.
Ni Rouhani ni el presidente de EE.UU., Barack Obama, estuvieron presentes en la sala cuando cada uno de ellos pronunció su discurso, pero el mandatario iraní dijo que tras haber escuchado las palabras del mandatario estadounidense tenía confianza en que las dos naciones podían arreglar sus diferencias.