Las conservadoras leyes islámicas de Irán dejan poco espacio para la homosexualidad en Irán, por lo que muchos gays buscan refugio fuera de su país.
El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad dice que no existen. Y en Irán, el simple hecho de tratar de ser ellos mismos es un crimen que acarrea vergüenza para sus familias. Pero ahora, los homosexuales iraníes comienzan a hablar sobre lo que significa ser gay y sobre todo lo que han hecho para escapar de ser perseguidos.
El día comienza de manera normal para Arash y Nima. Pero para ellos, el sólo salir a la puerta les recuerda que ya no están en su casa, en Irán.
“Los LGBT (la gente lesbiana, gay, bisexual o transgénero) son parte de una clase vulnerable de la sociedad iraní”, explica Arash.
Arash salió de Irán hacia Turquía hace nueve meses. Ahora trabaja como productor de cine y hace vídeos para ayudar a documentar su nueva vida.
Las conservadoras leyes islámicas de Irán dejan poco espacio para la homosexualidad. Expertos de Naciones Unidas y grupos que defienden los derechos han criticado al gobierno iraní por criminalizar todos los actos homosexuales, penalizando algunos de ellos hasta con la muerte. Irán ha sido también criticado por someter a los sospechosos de ser homosexuales a arrestos arbitrarios y tortura.
El tema es tal que los iraníes se han visto obligados lentamente a confrontar estas medidas, a menudo por medio de películas. Pero esas películas no están siendo producidas en Irán.
Y al menos a los niveles más altos, la negación del tema es la regla, como evidencian los comentarios que hizo el presidente Ahmadinejad a estudiantes de la universidad de Columbia en Nueva York, en el 2007.
“En Irán no tenemos homosexuales como en su país. En Irán no tenemos este fenómeno. No sé quién les ha dicho que lo tenemos”, declaró el presidente.
Farid, otro exiliado iraní que vive en Turquía, dijo en YouTube que la sensación de opresión impregna la vida diaria en Irán.
“Cuando uno camina por las calles, te sientes asaltado por todas partes”, dice. “Nosotros (los gay) somos vistos como un tercer género”.
Un lugar en el que los gay iraníes han encontrado refugio es en Estados Unidos, donde a pesar de las controversias, algunos estados e incluso Washington, D.C., han ampliado los derechos de los homosexuales, incluyendo el derecho a contraer matrimonio.
Mali Kisagari nació en Irán en 1958… y en 2004 ella se casó con su compañera, Elizabeth Kristen, en California.
“En Estados Unidos se respetan los derechos de la gente”, señaló. “Cuando entré a Estados Unidos, encontré que este era un lugar donde podía ser yo misma”.
Tales actitudes están a mucha distancia de ser aceptadas en Irán. Aún así, desde la diáspora iraní, cantantes como Shohreh están empujando, en su video musical, por ejemplo.
“La razón por la que usé la bandera homosexual en mi video era para apoyar a estas gentes”, explicó. “Las familias deben aprender que sus hijos no tienen que ser culpados por ser homosexuales. Han sido así desde pequeños”.
Por ahora, las parejas como Arash y Nima sólo pueden soñar cómo sería su situación si vivieran como lo que son en su propio país.
“Quiero ponerles la cara frente a la cámara (del documental) para que la clase heterosexual entienda mejor a los gays; para que pueda llegar el día en que las dos clases de gente puedan coexistir”, dice Arash.
Para muchos gays iraníes, ese día todavía parece muy lejano.
El día comienza de manera normal para Arash y Nima. Pero para ellos, el sólo salir a la puerta les recuerda que ya no están en su casa, en Irán.
“Los LGBT (la gente lesbiana, gay, bisexual o transgénero) son parte de una clase vulnerable de la sociedad iraní”, explica Arash.
Arash salió de Irán hacia Turquía hace nueve meses. Ahora trabaja como productor de cine y hace vídeos para ayudar a documentar su nueva vida.
Las conservadoras leyes islámicas de Irán dejan poco espacio para la homosexualidad. Expertos de Naciones Unidas y grupos que defienden los derechos han criticado al gobierno iraní por criminalizar todos los actos homosexuales, penalizando algunos de ellos hasta con la muerte. Irán ha sido también criticado por someter a los sospechosos de ser homosexuales a arrestos arbitrarios y tortura.
El tema es tal que los iraníes se han visto obligados lentamente a confrontar estas medidas, a menudo por medio de películas. Pero esas películas no están siendo producidas en Irán.
Y al menos a los niveles más altos, la negación del tema es la regla, como evidencian los comentarios que hizo el presidente Ahmadinejad a estudiantes de la universidad de Columbia en Nueva York, en el 2007.
“En Irán no tenemos homosexuales como en su país. En Irán no tenemos este fenómeno. No sé quién les ha dicho que lo tenemos”, declaró el presidente.
Farid, otro exiliado iraní que vive en Turquía, dijo en YouTube que la sensación de opresión impregna la vida diaria en Irán.
“Cuando uno camina por las calles, te sientes asaltado por todas partes”, dice. “Nosotros (los gay) somos vistos como un tercer género”.
Un lugar en el que los gay iraníes han encontrado refugio es en Estados Unidos, donde a pesar de las controversias, algunos estados e incluso Washington, D.C., han ampliado los derechos de los homosexuales, incluyendo el derecho a contraer matrimonio.
Mali Kisagari nació en Irán en 1958… y en 2004 ella se casó con su compañera, Elizabeth Kristen, en California.
“En Estados Unidos se respetan los derechos de la gente”, señaló. “Cuando entré a Estados Unidos, encontré que este era un lugar donde podía ser yo misma”.
Tales actitudes están a mucha distancia de ser aceptadas en Irán. Aún así, desde la diáspora iraní, cantantes como Shohreh están empujando, en su video musical, por ejemplo.
“La razón por la que usé la bandera homosexual en mi video era para apoyar a estas gentes”, explicó. “Las familias deben aprender que sus hijos no tienen que ser culpados por ser homosexuales. Han sido así desde pequeños”.
Por ahora, las parejas como Arash y Nima sólo pueden soñar cómo sería su situación si vivieran como lo que son en su propio país.
“Quiero ponerles la cara frente a la cámara (del documental) para que la clase heterosexual entienda mejor a los gays; para que pueda llegar el día en que las dos clases de gente puedan coexistir”, dice Arash.
Para muchos gays iraníes, ese día todavía parece muy lejano.