Las grandes potencias y Teherán no logran siquiera un asomo de acuerdo en el primer día de negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Luego de un intento inicial en abril pasado en Estambul, y después otro al mes siguiente en Bagdad, las grandes potencias y el gobierno de Irán no dieron muestras este lunes en Moscú de avance en las negocaciones sobre el programa nuclear iraní.
La nueva ronda de diálogo de hoy y mañana martes en la capital rusa es tal vez la última oportunidad de solucionar por la vía diplomática el diferendo nuclear entre Occidente y Teherán, que insiste en su derecho a seguir enriqueciendo uranio.
El diálogo de Irán con el llamado “grupo 5+1”, integrado por los miembros permanentes el Consejo de Seguridad de la ONU: EE.UU. Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, en unión de Alemania, se lleva a cabo ante la inminencia de la entrada en vigor de nuevas sanciones internacionales el próximo 1ro. de julio contra el régimen iraní.
A partir de esa fecha se haría efectivo el embargo petrolero de la Unión Europea contra Irán, y el endurecimiento de las sanciones de EE.UU. con la imposición de medidas que restringirían las importaciones por otros países de crudo iraní.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se reunió a primera hora del lunes con el jefe de las negociaciones por la parte iraní, Said Jalili, cuyo asistente dijo luego a la prensa que las negociaciones fueron “serias y constructivas”.
Michael Mann, vocero de la delegación europea, declaró que los países oocidentales mantienen sus exigencias de que Irán pare de enriquecer uranio al 20 por ciento y que entregue las reservas que posea de éste a cambio de que se le facilite combustible nuclear que necesita.
El grupo 5+1 busca evitar a toda costa que Irán alcance la capacidad de enriquecer uranio a un nivel suficiente (90 por ciento) para fabricar bombas nucleares, y han ofrecido a cambio cooperar con los iraníes en materia nuclear con fines exclusivamente civiles.
De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por el periódico ruso Kommersant, las grandes potencias propondrán a Teherán reducir el enriquecimiento de uranio de 20 por ciento a un nivel entre 3,5 y 5 por ciento en su planta nuclear de Natanz.
La nueva ronda de diálogo de hoy y mañana martes en la capital rusa es tal vez la última oportunidad de solucionar por la vía diplomática el diferendo nuclear entre Occidente y Teherán, que insiste en su derecho a seguir enriqueciendo uranio.
El diálogo de Irán con el llamado “grupo 5+1”, integrado por los miembros permanentes el Consejo de Seguridad de la ONU: EE.UU. Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, en unión de Alemania, se lleva a cabo ante la inminencia de la entrada en vigor de nuevas sanciones internacionales el próximo 1ro. de julio contra el régimen iraní.
A partir de esa fecha se haría efectivo el embargo petrolero de la Unión Europea contra Irán, y el endurecimiento de las sanciones de EE.UU. con la imposición de medidas que restringirían las importaciones por otros países de crudo iraní.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se reunió a primera hora del lunes con el jefe de las negociaciones por la parte iraní, Said Jalili, cuyo asistente dijo luego a la prensa que las negociaciones fueron “serias y constructivas”.
Michael Mann, vocero de la delegación europea, declaró que los países oocidentales mantienen sus exigencias de que Irán pare de enriquecer uranio al 20 por ciento y que entregue las reservas que posea de éste a cambio de que se le facilite combustible nuclear que necesita.
El grupo 5+1 busca evitar a toda costa que Irán alcance la capacidad de enriquecer uranio a un nivel suficiente (90 por ciento) para fabricar bombas nucleares, y han ofrecido a cambio cooperar con los iraníes en materia nuclear con fines exclusivamente civiles.
De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por el periódico ruso Kommersant, las grandes potencias propondrán a Teherán reducir el enriquecimiento de uranio de 20 por ciento a un nivel entre 3,5 y 5 por ciento en su planta nuclear de Natanz.