Israelíes arremeten contra Abás por discurso sobre Trump

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Ante la risa de la multitud, Abás añadió la frase “yejreb beitak”, literalmente traducido como “que tu casa sea demolida”.

Líderes israelíes arremetieron contra el presidente palestino Mahmud Abás el lunes por un fuerte discurso que dio contra el presidente Donald Trump en el que proclamó que ya acabó el papel de Estados Unidos como árbitro en Medio Oriente, atacó a enviados de Washington y describió a Israel como una conspiración colonial.

El ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, dijo que Abás había “perdido el sentido” y renunció a la perspectiva de negociaciones de paz para dar paso a una confrontación abierta con Israel y Estados Unidos. El ministro de Educación, Naftali Bennett, jefe del Partido Hogar Judío, dijo que el discurso representaba el acto final de Abás.

El primer ministro Benjamin Netanyahu, durante un viaje a la India, dijo que Abás “se quitó la máscara” y expuso “la verdad”. El gobernante, en Facebook, agregó que “la raíz del conflicto entre nosotros y los palestinos es su continuo rechazo a reconocer el estado judío en cualquier frontera”.

En un discurso de dos horas y media de duración el domingo por la noche, el líder palestino intensificó drásticamente su retórica, atacando a Estados Unidos, Israel, Gran Bretaña e incluso a otros líderes árabes, a quienes dijo “váyanse al infierno” por criticarlo. Agregó que el proceso de paz está muerto y acusó a Israel de matarlo.

Abás atacó a Trump por la decisión sobre Jerusalén y reprendió el reciente comentario del mandatario estadounidense en Twitter, donde amenaza con cortar la ayuda estadounidense y alega que los palestinos ya no están dispuestos a negociar un acuerdo de paz.

“¿Desde cuándo rechazamos las negociaciones?“, Abás dijo ante miembros del Consejo Central Palestino, un cuerpo clave de toma de decisiones. “Es una pena”, dijo Abás, dirigiéndose a Trump.

En árabe palestino coloquial, la frase puede tener diferentes connotaciones, desde un insulto severo a uno casual, pero su uso en un discurso ampliamente mirado pareció discordante, y podría exacerbar la ya frágil relación de Abás con un presidente estadounidense que es particularmente reacio a la crítica.

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