El ejército de Israel demolió este lunes en Cisjordania las casas de dos palestinos sospechosos del secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes en junio, lo que ayudó a desatar una guerra que ha dejado más de dos mil muertos.
Según el diario israelí 'Haaretz', miembros de las fuerzas especiales del cuerpo de ingenieros y de la policía fronteriza destruyeron las viviendas de Hussam Kawasama y Amer Abu Aisha, y la casa de un tercer sospechoso, Marwan Kawasama, fue sellada.
Kawasma, fue detenido en julio, mientras que los otros dos siguen en libertad.
El ejército aseguró que "la aplicación de las órdenes de demolición ha sido llevada a cabo en línea con las directivas facilitadas por el comandante del Comando Central, el mayor general Nitzan Alon, y tras tres apelaciones ante el Tribunal Supremo de Justicia".
Las demoliciones se produjeron cuando los dos lados están cerca del final de un período de cinco días de alto el fuego. La tregua se agotará al final de la jornada de este lunes.