La decisión del gobierno israelí de liberar a 104 prisioneros palestinos como gesto de buena voluntad con las conversaciones de paz, generó fuertes reacciones en Israel.
El diario israelí Yediot Aharonot tituló en primera página: “Los asesinos van a ser liberados, la lista incluirá a quienes mataron mujeres y niños israelíes”. Por su parte el Jerusalem Post encabezó la portada destacando que: “Los asesinos van a ser recibidos como héroes en Hebrón, Ramala y Yenín”.
Solo el diario de izquierda Haaretz aplaudió la decisión de liberar a los prisioneros y escribió que: “El Gobierno israelí decidió el domingo mirar la realidad a la cara”.
Por su parte, el canal 10 de la televisión israelí sostiene que Netanyahu habría aceptado comenzar el dialogo a cambio de publicar licitaciones para la ampliación de viviendas en los asentamientos.
Al respecto, Yair Gabay, concejal en la Municipalidad de Jerusalén sostiene que existe un proyecto para edificar un complejo en la ciudad antigua de Jerusalén que aún no ha sido ratificado. “Una de las condiciones para reiniciar las conversaciones con los palestinos es que no se congelarán la construcciones en Jerusalén”, dijo Gabay.
En tantl el concejal de izquierda Meir Margalit advirtió sobre las posibles consecuencias al señalar que “construir en esa zona es una bomba de tiempo, va a destruir para siempre el pacto de paz con los palestinos”.
Como prueba de la fragilidad de estos inicios de negociación, también en el lado palestino hay divergencias. El Frente Popular para la Liberación de Palestina afirmó que la decisión no había recibido el apoyo de toda la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y sostuvo que era un “gesto individual” del presidente Mahmoud Abbas.
Solo el diario de izquierda Haaretz aplaudió la decisión de liberar a los prisioneros y escribió que: “El Gobierno israelí decidió el domingo mirar la realidad a la cara”.
Por su parte, el canal 10 de la televisión israelí sostiene que Netanyahu habría aceptado comenzar el dialogo a cambio de publicar licitaciones para la ampliación de viviendas en los asentamientos.
Al respecto, Yair Gabay, concejal en la Municipalidad de Jerusalén sostiene que existe un proyecto para edificar un complejo en la ciudad antigua de Jerusalén que aún no ha sido ratificado. “Una de las condiciones para reiniciar las conversaciones con los palestinos es que no se congelarán la construcciones en Jerusalén”, dijo Gabay.
En tantl el concejal de izquierda Meir Margalit advirtió sobre las posibles consecuencias al señalar que “construir en esa zona es una bomba de tiempo, va a destruir para siempre el pacto de paz con los palestinos”.
Como prueba de la fragilidad de estos inicios de negociación, también en el lado palestino hay divergencias. El Frente Popular para la Liberación de Palestina afirmó que la decisión no había recibido el apoyo de toda la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y sostuvo que era un “gesto individual” del presidente Mahmoud Abbas.