El primer ministro taliano, Silvio Berlusconi, obtuvo la confianza de mayoría en la Cámara de Diputados, tras haber perdido este voto tres días antes durante la discusión sobre las cuentas del Estado.
Berlusconi había vinculado este plebiscito a las convocatoria de elecciones anticipadas que ya no tendrá que realizar. Con esta, el cavalieri ha superado más de 50 mociones de confianza en tres años y medio de gobierno. En esta ocasión, logró 316 a favor contra 301 contrarios, con lo que se confirma en su cargo de primer ministro.
La votación se llevó a cabo en un clima tenso y de incertidumbre debido a la ausencia de unos 50 parlamentarios en misión de trabajo en el exterior y por la decisión de la oposición, que no participó en la primera llamada para votar.
Derrota convertida en victoria
El primer ministro había adviertido al Parlamento que votar a favor de derrocar a su gobierno sería catastrófico para el país.
En un discurso ante los legisladores, Berlusconi dijo que no hay alternativa viable a la coalición gobernante de centro-derecha que él mismo lidera, y aseguró que el colapso de su gobierno daría lugar a elecciones anticipadas que no resolverían la crisis financiera de Italia y en su lugar dirigirían al país a la "decadencia" y la "catástrofe".
El primer ministro había convocado la moción de confianza después que el Parlamento bloqueara una asignación presupuestaria de rutina por un margen de un voto, con varios legisladores de la coalición ausentes.
Berlusconi describió la derrota como un accidente, pero los críticos dijeron que refleja el descontento con su liderazgo por parte de algunos miembros de la coalición mayoritaria.
En su discurso, el cavalieri rechazó los pedidos de renuncia de una oposición que le acusa de estar obsesionado con expulsarlo de la oficina. Los legisladores de la oposición boicotearon la dirección, y el jefe del principal partido de oposición, elPartido Democrático, Pierluigi Bersani, lo llamó patético.
El primer ministro recibió aplausos y palabras de apoyo de los miembros de la coalición, incluyendo Umberto Bossi, la cabeza de su principal socio de coalición, la Liga Norte. Bossi ya había dicho que sería complicado para el gobierno para sobrevivir hasta las próximas elecciones previstas en 2013.
Por su parte, el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, dijo que el gobierno de Berlusconi debe actuar con mayor rapidez para implementar las reformas económicas más allá de un paquete de $80.000 millones de aumentos de impuestos y recortes de gastos aprobado por el parlamento en septiembre. Advirtió también que sin medidas más fuertes, Italia se enfrentará a los crecientes costos de los préstamos que anular el impacto de las medidas de austeridad.
Berlusconi ha dicho que el plan de austeridad será reducirá la enorme deuda pública de Italia y equilibrará el presupuesto para el año 2013. Sin embargo, el aumento de los impuestos y los recortes de gastos han enfurecido a muchos italianos.
El primer ministro italiano también ha visto su imagen empañada por su papel como parte demandada en varios juicios por cargos de soborno, fraude fiscal, abuso de poder y de pagar por sexo menores de edad. Él niega las acusaciones.