La imagen de un niño Jesús arropado con una kufiya palestina y acostado sobre escombros en lugar de un pesebre, es el homenaje que hace una iglesia de Belén a los miles de pequeños palestinos que han muerto durante los ataques del ejército de Israel contra Gaza.
En la Iglesia Evangélica Luterana de Belén, en la Cisjordania ocupada, han sustituido el tradicional Árbol de Navidad por este inusual nacimiento. "Este año no vamos a celebrar", explica el padre Isaac Munther, párroco de la Iglesia Evangélica Luterana de la localidad, conocida por ser el lugar de nacimiento de Jesucristo de acuerdo con la Biblia.
"Es imposible celebrar con el genocidio ocurriendo en nuestro país", insistió Munther, quien al igual que el resto de las iglesias de Belén apoya la decisión de no celebrar un festejo masivo de la Navidad en el emblemático sitio debido a las miles de víctimas de la guerra sin cuartel que libra Israel contra el grupo militante palestino Hamás.
Este simbólico Nacimiento de un Niño Jesús palestino, en medio de las ruinas que evocan a las provocadas por los bombardeos israelíes sobre Gaza es, según el padre Munther, "una muestra de solidaridad con los niños de Gaza que están muriendo cada día".
Unas 19.453 personas han muerto y 52.286 han resultado heridas en los ataques israelíes en Gaza desde el 7 de octubre, de acuerdo con registros del Ministerio de Salud palestino, reconocidos por Naciones Unidas. De ellos más de 8.000 son niños. Se estima que todavía hay miles de cadáveres bajo las ruinas de los edificios destruidos por los bombardeos, muchos podrían ser de menores, alertan las autoridades sanitarias en el enclave.
Jesús en cada niño palestino
"La idea de este pesebre viene de las imágenes que vemos todos los días en nuestros televisores, con niños cada día en Gaza bajo los escombros", prosiguió el sacerdote. "Vemos la imagen de Jesús en cada niño. Si Jesús volviera a nacer hoy aquí, lo haría bajo los escombros en Gaza", agregó el religioso, de origen palestino.
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Los menores perecidos en Gaza desde el inicio de la actual escalada "superan el promedio anual de todos los niños que han muerto en todos los conflictos que hay en el mundo desde 2019", indica un reporte de la oenegé Save the Children. Según la misma fuente, un niño muere cada 10 minutos en Gaza.
Acostado entre piedras y escombros, el Niño Jesús palestino está rodeado de las tradicionales figuras que adornan cada año miles de "nacimientos" en todo el mundo. Están la Virgen María, San José, los tres Reyes Magos y los animales, hechos todos en madera de olivo por artesanos locales. Están todos, solo que no en el pesebre habitual, sino entre ruinas.
Mientras la mayor parte del mundo, sobre todo quienes profesan la fe cristiana, se prepara para celebrar la Navidad, en Belén el padre Munther espera que este pesebre lance el mensaje de que "esta tierra necesita justicia y paz".
"Y de que necesitamos un cese el fuego urgente, el fin de una guerra que mata a gente inocente todos los días en Gaza", destacó el párroco. Entre los aliados tradicionales de Israel este llamado al cese de las hostilidades también crece.
El papa Francisco lamentó hace unos días la "Navidad de dolor" que se vivirá este año en Tierra Santa. "Sabemos cuál es la situación, a causa de la guerra", dijo.
"Para ellos se prevé una Navidad de dolor, de luto, sin peregrinos ni celebraciones. No queremos dejarlos solos. Estemos cerca de ellos con la oración, con la ayuda concreta", añadió el pontífice en el Vaticano al saludar a los actores del llamado "Belén viviente", en la basílica romana de Santa María La Mayor.
La labor de este sacerdote no se circunscribe a su natal Cisjordania. Hace tres semanas varios religiosos palestinos escribieron una carta pidiendo la paz y el alto al fuego inmediato. El padre Munther viajó a Washington para entregar la misiva a la Casa Blanca y el Congreso, con la esperanza de que llegara a manos de presidente Joe Biden.
"Estamos muy enfadados, tristes, estamos rotos, y llamamos a los líderes mundiales a que tomen decisiones para frenar esto. Es su responsabilidad", manifestó el sacerdote sobre su misión.
El nacimiento de la Iglesia Evangélica Luterana de Belén atrae por estos días muchas miradas, fundamentalmente de periodistas dan cobertura al conflicto bélico, lo que contribuye a difundir el mensaje del padre Munther, quien pide que "este pesebre hable de la urgencia que tenemos para parar la guerra".
Voces claman por el cese al fuego en Gaza
La presión sobre el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu por un cese al fuego crece por día. Los llamados ahora también viene de aliados tradicionales de Tel Aviv, como Estados Unidos y Reino Unido.
Netanyahu ha prometido que las fuerzas israelíes "aniquilarían" a Hamás tras los ataques sorpresa del grupo militante que causaron unos 1.200 muertos - la gran mayoría civiles- y 240 rehenes, según cifras oficiales. Tras el 7 de octubre, Israel ha lanzado ataques aéreos y terrestres sobre Gaza, hogar de 2,3 millones de personas, atrapadas en el conflicto.
En el área, los alimentos el agua escasean, los servicios básicos están colapsados y muchas organizaciones de derechos humanos denuncian que no hay lugar de refugio seguro.
Un cese al fuego dio un respiro de una semana a los gazatíes, permitió la entrada de la necesaria ayuda humanitaria y la liberación de israelíes llevados en contra de su voluntad a la Franja. La pausa se rompió con todavía un centenar de rehenes en el enclave y una crisis humanitaria que se agudiza por horas.
El secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, viajó a Israel para entablar conversaciones con sus pares judíos sobre la necesidad de que el gobierno israelí abandone lo que llaman una "guerra de alta intensidad" que ha causado miles de víctimas civiles.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, también reiteró este lunes su llamamiento a un "alto el fuego sostenible" que permita la liberación de los rehenes, aunque su portavoz aclaró que estaban a favor de una pausa duradera pero no un alto al fuego general e inmediato.
Sunak reafirmó que el Reino Unido creía que Israel tenía derecho a defenderse tras el ataque de Hamás, "pero debe hacerlo de acuerdo con el derecho humanitario", destacó a periodistas en Escocia.
"Está claro que se han perdido demasiadas vidas civiles. Y es por eso que hemos sido consistentes... en pedir un alto el fuego sostenible, mediante el cual los rehenes sean liberados, Hamás deje de disparar cohetes contra Israel y sigamos logrando que entre más ayuda", afirmó. Gran Bretaña se abstuvo en una votación la semana pasada en la Asamblea General de la ONU que aprobó abrumadoramente un alto el fuego humanitario inmediato.
Ante la intensificación de los combates terrestres por toda la Franja de Gaza y la crisis humanitaria en pleno apogeo, varios líderes han comenzado a endurecer su lenguaje ante el creciente número de muertes de civiles palestinos. Entre ellos, el presidente estadounidense Joe Biden, quien advirtió a Netanyahu sobre la pérdida de apoyo a Israel en todo el mundo por su bombardeo "indiscriminado" a Gaza y recomendó al líder cambiar de estrategia.
La oenegé Human Rights Watch (HRW) acusó este lunes al Ejército israelí de bloquear deliberadamente el suministro de agua, alimentos y combustible, arrasar áreas agrícolas y privar a la gente de artículos necesarios para sobrevivir.
"Los líderes mundiales deberían pronunciarse contra este abominable crimen de guerra", dijo en un informe el grupo global en defensa de los DDHH, con sede en Nueva York.
Mientras, Israel respondió calificando a HRW de grupo "antisemita y antiisraelí" y criticó su reacción "silenciosa" tras los ataques de Hamás del 7 de octubre.
Israel niega que ataque deliberadamente a civiles y, en su lugar, culpa a Hamás de utilizarlos como "escudo" en sus operaciones. También mantiene que el grupo militante es el verdadero culpable del gran número de bajas al esconderse en zonas residenciales, asegura que advierte sobre ataques inminentes siempre que sea posible y trata de facilitar la entrada de ayuda a Gaza, mientras combate a militantes de Hamás que operan desde túneles.
"No hemos impuesto ninguna restricción a la cantidad de alimentos y agua que se permite entrar en la Franja de Gaza", dijo el portavoz del gobierno israelí, Tal Heinrich, quien añadió que 201 camiones con ayuda humanitaria habían entrado al enclave el domingo.
[Con información de AP y Reuters]
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