Jovenel Moïse prestó juramento como presidente de Haití el martes por la mañana, tras un extendido y complicado ciclo electoral de dos años.
Moïse prestó juramento para el cargo en una cámara del Parlamento rodeado de legisladores haitianos y dignatarios extranjeros.
Moïse, a quien el expresidente haitiano Michel Marteli escogió cuidadosamente como candidato de su partido Bald Heads, gano con casi el 56% de los votos emitidos en la elección del 20 de noviembre.
El empresario haitiano, de 48 años, enfrenta acusaciones de lavado de dinero. A fines del mes pasado, Moïse pasó cuatro horas respondiendo preguntas de un juez en una corte de Puerto Príncipe, un proceso similar a un gran jurado en Estados Unidos. Él ha negado las alegaciones en su contra y afirmó que tienen motivo político.
Sus oponentes políticos, incluyendo por lo menos otros dos candidatos a la presidencia, habían presionado por una decisión el martes. El lunes por la noche, el fiscal del gobierno, Danton Leger, divulgó una declaración anunciando que había decidido retornar el caso al juez Bredy Fabien para más investigación. Ese proceso podría tomar meses para completarse.
“Por falta de herramientas adecuadas en el sistema judicial, es imposible tomar una decisión definitiva” para la fecha de la toma de posesión sobre si acusar a Moïse”, dice la declaración de Leger.
Estados Unidos, Francia y Venezuela estaban entre los países que enviaron delegaciones. Thomas Shannon, subsecretario de Estado para asuntos políticos, encabeza la delegación estadounidense, que incluye a Peter Mulrean, embajador estadounidense en Haití.