La reina Isabel II realizó su renovación de compromiso, tal como lo hizo hace 60 años, en una ceremonia ante diputados y lores, frente a quienes la reina se comprometió a servir al Reino Unido tal como lo ha hecho hasta ahora, por los años venideros.
En su discurso la reina invitó a la población británica a “recordar su pasado, a darle continuidad a su historia nacional y a reconocer las virtudes de “ingenuidad y tolerancia”, que dijo “son los bastiones del pueblo británico”
“Yo he tenido el privilegio de ser testigo de esa historia, y con el apoyo de mi familia, me he dedicado al servicio de este gran país y de su gente, por ahora y durante los años que vengan.”
La reina recordó que solo ella y la reina Victoria han celebrado el “Jubileo de Diamantes”, que conmemora 60 años de mandato.
Recibida con los invitados de pie y el sonido de las trompetas de los guardias reales, como marca la tradición, la reina Isabel II manifestó, su total entrega y compromiso con el destino del Reino Unido.
Así también, recordó que a lo largo de sus seis décadas en el trono ha trabajado con doce primeros ministros, siendo Winston Churchill el primero de ellos.
Además, aseguró que en estos sesenta años ha sido vital el apoyo que ha recibido de su familia, en especial del duque de Edimburgo, de quien dijo, ha sido su "fortaleza" y su "guía".
La jefa de Estado recibió varios minutos de aplausos de los invitados quienes además cantaron "Dios salve a la Reina", el himno nacional británico, al terminar el acto.
Además del primer ministro británico, David Cameron, y del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, también estuvieron presentes Tony Blair y Gordon Brown.