Un juez dispuso este martes la prisión preventiva para Fabricio Colón Pico, señalado por las autoridades como uno de los líderes criminales más buscados de Ecuador y acusado de amenazar de muerte a la fiscal general.
En su cuenta de X, antes Twitter, la Fiscalía General indicó que en base a las pruebas presentadas el juez dispuso la prisión preventiva por 30 días para Colón y otras cuatro personas. El acusado es señalado por la policía de ser el jefe regional de la organización criminal denominada Los Lobos.
Colón fue detenido la madrugada del lunes en la localidad de Puerto Quito, 92 kilómetros al suroeste de la capital, en una finca de producción de cacao donde los agentes de policía fueron recibidos a balazos. En la operación se decomisaron armas, municiones, dinero y otras pruebas.
El líder criminal se había fugado de una prisión del centro del país poco después de que se reportó el escape del importante líder criminal Adolfo Macías, alias Fito, desde un complejo de prisiones de Guayaquil, lo que provocó que el presidente Daniel Noboa decretara a inicios de año un estado de excepción.
También lea Presos políticos y violencia armada en América Latina al frente de informe de EEUU sobre derechos humanosCasi de inmediato, el gobierno también declaró que el país estaba en estado de conflicto armado interno generado por 22 organizaciones criminales tras la irrupción de un grupo de encapuchados armados a un canal de televisión donde amenazaron en vivo y golpearon a trabajadores y periodistas.
La captura y orden de prisión de Colón se produce luego de que los ecuatorianos acudieron el domingo a una consulta popular para votar sobre 11 preguntas planteadas por el presidente Noboa, la mayoría relacionadas con el endurecimiento de la lucha contra el crimen organizado.
Desde inicios de 2021 Ecuador registra una intensa arremetida de la violencia perpetrada por bandas del crimen organizado que se disputan rutas y territorios de distribución de drogas en el país y que tienen estrecha relación con cárteles de narcotráfico de Colombia y México.
Uno de los efectos de esta violencia es el aumento de los asesinatos, que al cierre de 2023 llegaron a 40 por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más altas del continente.
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