Tres expertos en Derecho Constitucional estadounidense invitados por los demócratas a testificar en las audiencias sobre si se debe someter a un juicio político al presidente Donald Trump, afirmaron que los esfuerzos del presidente Trump por presionar al presidente de Ucrania para obtener un beneficio político personal es suficiente sustento legal para proceder contra el mandatario por “crímenes y mala conducta”.
Un cuarto experto, invitado por congresistas republicanos, dijo que en su opinión el informe presentado por el Comité de Inteligencia como fundamento para proceder a un juicio en el que se votaría sobre si debe destituir a Trump es “chapucero” y “prematuro”.
Jonathan Turley, profesor de Derecho de la Universidad George Washington, fue la voz disidente en la audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, al afirmar que aunque no es simpatizante de Trump, tampoco es partidario de que este sea destituido por supuestos delitos y mala conducta en el caso de Ucrania y sus esfuerzos por involucrar a ese país en influir en el proceso electoral estadounidense.
Entre los otros tres académicos, Noah Feldman, profesor de Derecho de la Universidad de Harvard, afirmó que suspender una reunión en la Casa Blanca y ayuda militar a Ucrania como fichas de negociación para obtener favores políticos representa un delito por el que se debería enjuiciar a Trump.
“El presidente Trump ha cometido delitos y malas conductas al abusar corruptamente de la oficina de la Presidencia”, dijo el profesor Feldman. “Específicamente, el presidente Trump abusó de su oficina al corruptamente pedirle al presidente Volodymyr Zelensky que anunciara una investigación de sus rivales políticos para obtener una ventaja personal en las elecciones presidenciales del 2020.
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Durante las audiencias, diversos testigos han explicado como Trump llamó telefónicamente a Zelensky para pedirle que anunciara una investigación del expresidente Joe Biden y del hijo de éste, Hunter Biden, por supuesta corrupción relacionada a una empresa de gas natural en la que el hijo del exvicepresidente fue parte de la Junta Directiva.
Los testigos indicaron que el presidente Trump presionó a Zelensky para que anunciara la investigación, reteniendo ayuda militar aprobada por el Congreso para Ucrania, así como posponiendo una visita de Zelensky a la Casa Blanca. Esto, según los testigos, fue evidentemente hecho para dejarle claro a Zelensky que el precio de la ayuda militar y la visita a Washington era anunciar la investigación de los Biden.
Para la profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Stanford, Pamela Karlan, los esfuerzos de Trump para “retorcerle el brazo a un líder extranjero” no podría ser considerado como la política de todos los días por estándares históricos”.
“Es más bien una razón fundamental por la cual la Constitución incluye el poder para enjuiciar a un presidente”, dijo Karlan. ”Simplemente, un candidato a presidente debería resistir cualquier intento extranjero de interferir con nuestras elecciones, y no demandar que haya interferencia. El presidente Trump debe responder por sus actos”.
Por su parte, Michael J. Gerhardt, profesor de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que el presidente Trump “cometió numerosos delitos enjuiciables” que son peores a la mala conducta del ex presidente Richard Nixon durante el escándalo de Watergate, debido al cual Nixon decidió renunciar antes de ser enjuiciado y muy posiblemente ser destituido.
“Si esto se deja así, el presidente muy posiblemente continuará con este patrón de comportamiento de solicitar interferencia extranjera de su conveniencia para las próximas elecciones”, dijo Gerhardt. Añadió que su mala conducta es “peor que la de ningún presidente anterior”.
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El caso más reciente de un juicio político fue en el 1997, cuando el presidente Bill Clinton, fue enjuiciado por haber mentido al Congreso sobre la naturaleza de sus relaciones con Mónica Lewinsky, una pasante que trabajaba en la Casa Blanca. En el Senado los republicanos no tuvieron entonces suficientes votos para destituir a Clinton.
Eso, según el profesor Turley, es precisamente lo que podría pasar con esta investigación contra Trump pues, según él, los demócratas se han apresurado y han dejado las opiniones y versiones de varios testigos claves fuera del proceso. Afirma que el informe del Comité de Inteligencia, presentado el martes, es “prematuro”.
En su extenso testimonio, Turley dijo que aunque tampoco es simpatizante de Trump y que cree que el asunto de Ucrania debía ser investigado, el informe promovido hasta ahora por los demócratas es “chapucero”.
"Me preocupa bajar los estándares para la destitución para acomodar una escasez de evidencia y abundancia de furia”, afirmó Turley. “Si la Cámara procede únicamente basada en los alegatos sobre Ucrania, este juicio político se destacaría entre los procesos recientes como el más expedito, con la fina capa de evidencia, y el fundamento más limitado para destituir a un presidente”.
Turley hizo un recuento de la historia de los juicios políticos en Estados Unidos y estuvo de acuerdo con los otros expertos de que un “quid pro quo para forzar una investigación de un rival político a cambio de ayuda militar es un delito que amerita un juicio político, si es que se prueba”.
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Pero para llegar a ese punto, afirmó, la evidencia debe ser más sólida. Insistió en que se debió haber interrogado a testigos como Mick Mulvaney, el Jefe de Gabinete interino, y a John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional, y no simplemente obtener opiniones de otros testigos sobre estos personajes. Pronosticó que el caso “colapsará en un juicio en el Senado”.
Tanto Bolton como Mulvaney rehusaron comparecer ante el Comité de Inteligencia y el presidente Trump no fue discreto en afirmar que testificar sería una traición a su persona y una pérdida de tiempo de los funcionarios citados por el Congreso.