El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, intentaba calmar este jueves a los países rivales de Irán en el Golfo Pérsico asegurando que Washington no espera hacer grandes concesiones a Teherán, pero si quiere un pacto nuclear conveniente para todos en la región.
"Pese a que estamos involucrados en estos debates con Irán en torno a su programa nuclear, no quitaremos la mirada de las otras acciones desestabilizadoras de Irán en lugares como Siria, Líbano, Irak y la península Arábiga, particularmente Yemen", prometió Kerry tras reunirse con el rey saudita Salman y el ministro de Relaciones Exteriores, príncipe Saud al-Faisl.
Kerry arribó a Riad el miércoles por la noche, luego de sostener tres días de conversaciones con su contraparte iraní, Mohamed Javad Zarif, en Suiza.
Las pláticas se realizaron en un momento crítico en el que Estados Unidos y otras potencias mundiales involucradas en la negociación tratan de llegar a un acuerdo marco antes de que termine el mes.
Los países del Golfo Pérsico, al igual que Israel y muchas naciones occidentales, temen que Irán esté usando su programa atómico para desarrollar capacidad de armas nucleares, algo que Teherán niega.
La suní Arabia Saudita ve al chií Irán como su principal rival regional y ambos países respaldan bandos opuestos en guerras y conflictos políticos en la región, usualmente siguiendo líneas sectarias.
Por esto, Arabia Saudita y sus aliados temen que el llamado acuerdo atómico no logre impedir que Irán desarrolle una bomba nuclear. También están preocupados de que se alivie la presión internacional sobre Teherán y le dé más espacio para intervenir en temas regionales.
Pero Kerry aseguró que aun si se llega a un acuerdo, nada cambiaría en la región. "Permítanme subrayar: no estamos buscando un amplio acuerdo. Nada será diferente al día siguiente de este acuerdo, si alcanzáramos uno, con respecto a todos los otros problemas que nos desafían en esta región", dijo.
Parte de esta información ha sido tomada de Reuters.