El Secretario de Estado advierte que la propuesta rusa no debe ser para "retrasar" y pide al Congreso apoyar al presidente Obama.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, dijo ante una comisión de la Cámara de Representantes que están a la espera de una propuesta para que Siria entregue sus armas químicas a la supervisión internacional advirtiendo sin embargo que “no esperaremos por mucho tiempo”.
“Lo hemos dejado claro. Yo se lo deje claro al canciller ruso Lavrov en varias conversaciones. Esto no puede ser una táctica dilatoria. No puede ser un proceso de evasión. Tiene que ser real. Tiene que ser medible, tangible y es extremamente difícil –y quiero que todo el mundo sepa esto- que estas condiciones se cumplan”, dijo, advirtiendo la cauta disposición de apertura que ha mostrado el presidente Barack Obama, que la califica de “avance significativo”.
Pero tal como lo hizo ya el Presidente, Kerry insistió que la propuesta ha sido posible gracias a la “credibilidad de la amenaza de uso de la fuerza” de parte de Estados Unidos, y advirtió que “la amenaza será más creíble si el Congreso se mantiene junto al presidente Obama”.
Kerry estuvo acompañado por el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y por el jefe del Estado Mayor, General Martin Dempsey.
“Lo hemos dejado claro. Yo se lo deje claro al canciller ruso Lavrov en varias conversaciones. Esto no puede ser una táctica dilatoria. No puede ser un proceso de evasión. Tiene que ser real. Tiene que ser medible, tangible y es extremamente difícil –y quiero que todo el mundo sepa esto- que estas condiciones se cumplan”, dijo, advirtiendo la cauta disposición de apertura que ha mostrado el presidente Barack Obama, que la califica de “avance significativo”.
Pero tal como lo hizo ya el Presidente, Kerry insistió que la propuesta ha sido posible gracias a la “credibilidad de la amenaza de uso de la fuerza” de parte de Estados Unidos, y advirtió que “la amenaza será más creíble si el Congreso se mantiene junto al presidente Obama”.
Kerry estuvo acompañado por el secretario de Defensa, Chuck Hagel, y por el jefe del Estado Mayor, General Martin Dempsey.