En Venezuela, dos mujeres han presentado sus nombres para hacerse con la candidatura opositora a la presidencia. En el plano legislativo, de 277 curules en la Asamblea Nacional, 93 son ocupadas por mujeres. Y aunque estos números parecieran alentadores para superar las desigualdades, especialistas creen que aún hay brechas.
"Más allá de las dificultades para optar a un cargo público, se tiene que enfrentar a muchos estereotipos que vienen ligados con ser mujer. A que quizás no la ven capaz de tomar decisiones, porque es sentimental, o porque se juzga porque está haciendo carrera política y no está cuidando a sus hijos, está dejando una parte de su esencia y no está siendo una buena persona", explica la politòloga Ana Milagros Parra.
María Beatriz Martínez es presidenta de uno de los principales partidos opositores del país. Se confiesa privilegiada en el quehacer político, pero sabe que otras no tienen las mismas oportunidades.
"Hay muchas mujeres que son líderes por naturaleza, que son el motor de su sector, de su ciudad y no se asumen ellas como las protagonistas" , señala Martìnez, de 52 años, quien trabajaba en el àmbito judicial antes de entrar a la carrera para optar a cargos públicos.
En la última década se han impulsado en Venezuela legislaciones para alcanzar la paridad de género en las postulaciones a cargos de elección popular, pero aún no se ha logrado.
"Si analizamos el devenir de los últimos años en Venezuela, se trataba de simular una presencia femenina importante en puestos de decisión, pero realmente, lo que son es como mamparas, ante un liderazgo único, una sola voz" , dice Martìnez.
"Vemos a líderes sindicales, líderes de comunidades, líderes de barrio; las que canalizan las demandas de su comunidad son mujeres, pero queda siempre la interrogante por qué no está arriba en la toma de decisiones" , añade Parra.
En todo el mundo, solo 22 por ciento de los ministerios relacionados con el área política son dirigidos por mujeres, según la ONU.