Barinas, la región de Venezuela donde nació el expresidente Hugo Chávez Frías, se ha convertido en “la joya de la corona” de las elecciones regionales celebradas hace dos semanas en el país suramericano debido a su simbolismo para la llamada revolución bolivariana, según expertos.
Una sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, afín al oficialismo, anuló esta semana la aparente victoria en ese estado llanero del candidato de la oposición, Freddy Superlano. Según el fallo, el ganador está inhabilitado para aspirar a un cargo público por presuntas investigaciones oficiales en su contra.
El abanderado opositor ganó las elecciones con un mínimo margen de 0,39% de ventaja sobre su rival apoyado por el Partido Socialista Unido de Venezuela, gobernador aspirante a la reelección y hermano de Chávez, Argenis Chávez.
El poder judicial ordenó al Consejo Nacional Electoral que repitiera las elecciones a la gobernación de Barinas el 9 de enero de 2022. La derrota del chavismo en su cuna política está cargado de inmenso simbolismo, según analistas, no solo porque Hugo Chávez nació en Sabaneta de Barinas, sino porque su familia ha gobernado esa región desde el año 1998.
Su padre, Hugo de los Reyes Chávez, fue gobernador de Barinas durante 10 años, arropado por la popularidad de su hijo y de su proyecto político. Luego, entre 2008 y 2016, hizo lo propio otro de sus hermanos, Adán Chávez. En las últimas elecciones, en 2017, Argenis Chávez logró el triunfo para el cargo.
También lea Tribunal Supremo de Venezuela ordena nuevas elecciones de gobernador en BarinasBarinas es un estado de los Llanos venezolanos de mediana importancia para la economía venezolana y solo tiene una población de 607.000 votantes, pero su significado histórico para el chavismo lo ha convertido en una disputa política simbólica, según diagnostica el politólogo Piero Trepiccione. “Es emblema por ser la cuna de la persona más importante de la llamada revolución bolivariana y del proceso de polarización que ha vivido el país”, dice a la Voz de América.
Hay otros estados con mayor relevancia electoral en Venezuela, como Zulia o Miranda, cuya cantidad de electores supera los dos millones. Pero, en política, los cálculos no son siempre matemáticos, apunta el politólogo Ricardo Ríos.
Zulia, remarca, era considerada hasta hace poco como el hito opositor de las elecciones de noviembre. Allí, en el estado más poblado, el candidato de la plataforma unitaria, Manuel Rosales, ganó holgadamente en unos comicios donde los críticos de Maduro solo lograron tres de 23 gobernaciones en juego.
“El tema de los símbolos tiene un peso muy poderoso. La familia Chávez es en Barinas una especie de dinastía. Que se pierda, más allá de que haya una jugada administrativa o judicial, habla de la decadencia del chavismo como fuerza política y como modelo de gobierno en Venezuela”, comenta a la VOA.
Pugnas de poderes
No queda claro aún por qué Superlano está inhabilitado para aspirar a la gobernación barinesa. Ni siquiera la sentencia de la Sala Electoral lo precisa. El fallo se justifica en “la supuesta existencia de procedimientos y averiguaciones administrativas y penales” en contra del candidato opositor.
Superlano es parte de un grupo de políticos cercanos a Juan Guaidó, líder opositor reconocido como presidente interino por al menos 50 países. “Todavía no sé porqué estoy inhabilitado, creo que es por ganarle a Argenis Chávez en Barinas”, dijo esta semana en Caracas en un acto donde lo acompañó Guaidó.
Ríos, de la firma consultora Poder y Estrategia, asegura que la anulación judicial del triunfo opositor en Barinas pone en relieve disputas internas del chavismo. A su juicio, existe un “choque de poderes” entre el presidente Nicolás Maduro y uno de los hombres más relevantes del chavismo y diputado, Diosdado Cabello.
“La Sala Electoral está manejada por el grupo de Cabello. Son magistrados que fueron parte del equipo de los Cabello en el Seniat [institución recaudadora de impuestos de Venezuela]. Pudiera haber una confrontación entre Cabello, que es el más leal defensor del legado de Chávez, y Maduro”, comenta Ríos.
También lea Siete datos clave sobre las elecciones en Venezuela: caída del voto chavista, avance opositor en alcaldíasSuperlano, precisa Ríos, es uno de varios opositores que se postularon en las votaciones regionales de noviembre a pesar de haber sido señalados públicamente por dirigentes del chavismo, Fiscalía o Contraloría por presuntos actos de corrupción y “traición” por apoyar a la presidencia interina de Guaidó.
Su nombre estuvo incluido en una lista de indultos a decenas de opositores por parte del gobierno nacional, divulgada en agosto de 2020 por Jorge Rodríguez, hoy presidente del Parlamento venezolano y hombre de confianza de Maduro.
Según Ríos, las candidaturas de políticos como Superlano eran parte de los acuerdos intrínsecos de las negociaciones de México entre la plataforma unitaria opositora y el gobierno de Maduro, con la facilitación de Noruega.
“Es contradictorio impugnar esta victoria de Superlano con esos acuerdos de México. Quien maneja la Sala Electoral no está alineado con los acuerdos de México. Es una aparente pugna de poderes” del chavismo, indica.
Fallo "insólito"
Trepiccione, por su parte, valora la decisión del TSJ sobre Barinas como “un insulto a la inteligencia” de los venezolanos y de la comunidad internacional -sendas misiones de la Unión Europea y la ONU observaron las votaciones-.
“Es totalmente insólito que hayan dejado correr un proceso electoral cuyo resultado haya dado a un ganador de oposición y que, a la espera de varios días, no se anunciara, sino que se ejecutara un proceso de judicialización de la política. Ha habido una equivocación extrema”, menciona.
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Roberto Picón, uno de los cinco rectores del poder electoral venezolano, identificado con un sector de la oposición, explicó que la presunta inhabilitación de Superlano para ser candidato era desconocida hasta hace días.
Ríos opina, por su lado, que Barinas se convierte en el “símbolo” de las elecciones regionales de noviembre, que marcaron el regreso de una parte de la oposición a las votaciones en Venezuela tras cuatro años de ausencia en ellas, mientras que otra desconocía su legitimidad y apostaba por la abstención.
“Contradictoriamente, es una victoria política de la oposición por haber puesto en jaque al andamiaje del ‘Estado gobierno partido’, que son conceptos que están fundidos y confundidos en Venezuela” por la falta de independencia, dice.
La oposición tiene ahora el reto de definir si participa -y si lo hace unida- en las elecciones de Barinas el 9 de enero, afirma Ríos. “La línea de Guaidó ante el 21 de noviembre fue ambigua, tímida, más tendiente a la no participación. Resulta un poco confuso su apoyo” a Superlano esta semana, concluye.
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