La desigualdad es el tema central del Informe sobre Desarrollo Humano 2019 de Naciones Unidas divulgado este lunes, que expone una posible explicación a las protestas que están ocurriendo en todo el mundo en demanda de mejores condiciones de vida.
Según el documento, a pesar de que los avances sin precedentes en la lucha contra la pobreza, el hambre y las enfermedades, muchas sociedades no están funcionando como debieran y está surgiendo una nueva generación de desigualdades en el siglo XXI.
El documento asegura que, por ejemplo, de no abordarse adecuadamente, el cambio climático y los cambios tecnológicos podrían provocar una “nueva gran divergencia” en la sociedad no vista desde la Revolución Industrial.
La Revolución Industrial no solo generó una gran divergencia entre los países industrializados y los que dependían de las materias primas, sino que además dio lugar a unos modelos de producción que han culminado en la crisis climática, dice el informe.
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Los expertos de la ONU afirman que con frecuencia los promedios ocultan lo que realmente sucede en una sociedad, y pese a que pueden resultar útiles para explicar el panorama general, se necesita información mucho más detallada para diseñar políticas capaces de combatir eficazmente la desigualdad.
El documento analiza la desigualdad en tres esferas: pensar más allá del ingreso, mirar más allá de los promedios y planificar más allá del presente; establece que es un problema que tiene solución, y propone una batería de políticas para combatirlo.
El Índice de Desarrollo Humano 2019 y el índice que lo complementa, ajustado por la desigualdad, muestran que la distribución desigual de la educación, la salud y los niveles de vida obstaculiza el progreso de los países.
Destaca que los países no pueden enfocarse en crecer económicamente a cualquier costo, sino que deben concentrarse en ser más inclusivos.
Solo así será posible luchar contra las múltiples dimensiones de la pobreza, dar respuesta a las necesidades de aquellos más postergados — como, por ejemplo, las personas con discapacidad—, y promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
El Informe sobre Desarrollo Humano recomienda adoptar políticas de protección social que garanticen, por ejemplo, una compensación justa para el trabajo colaborativo en línea, inversiones en aprendizaje permanente para ayudar a los trabajadores a adaptarse o cambiar a nuevas ocupaciones.
El creciente poder de mercado de los empresarios está relacionado con la reducción de la proporción de los ingresos que reciben los trabajadores. Las políticas antimonopolio, entre otras, son fundamentales para corregir los desequilibrios de poder en el mercado.
Por lo tanto, las Naciones Unidas recomiendan adoptar políticas como inversiones en la primera infancia y a lo largo de toda la vida, gastos públicos y tributación justa, igualdad de género, hacer frente a la crisis climática y una transformación tecnológica.
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