Los residentes de la segunda ciudad más poblada de Venezuela, Maracaibo, dicen vivir un calvario por la falta de gasolina. La mayoría de sus estaciones de servicio interrumpen sus despachos por escasez.
Ángel Albornoz, dueño de un taller mecánico en Venezuela, de 38 años, madruga todas las semanas para ubicarse en los primeros puestos de una kilométrica fila de vehículos a las afueras de las estaciones de servicio de Maracaibo, en el occidente del país.
La escasez de gasolina en la ciudad es tan notable que la espera para llenar los tanques puede tomar varias horas, sino días.
Miles de choferes como Ángel postergan sus trabajos, estudios y demás ocupaciones a la espera de su turno.
Esta semana, la crisis se ha agravado.
“Esto ocasiona que estamos hasta ocho y diez horas echando gasolina. En estos días, la hice a las 5:00 de la mañana y no pude echar gasolina”, contó desde una cola en el norte de la ciudad, considerada la cuna petrolera de Venezuela.
“Hoy me tocó igualito, a las 2:30 de la mañana. Ya van para las 9:00 de la mañana y no hay esperanza de que llegue la gandola”, apuntó.
El tiempo invertido en las gasolineras de la ciudad es tan amplio que los ciudadanos acuden a las colas con sillas y refrigerios para tolerar el paso de las horas sentados en las aceras o descansando dentro de sus carros.
Califican la espera como un calvario.
Policías y militares enumeran los vehículos para mantener el orden, pero las marcas no garantizan que habrá gasolina para todos.
Elizabeth Aguilar, encargada de los oficios de su hogar, de 53 años, esperó los últimos cinco días en diferentes gasolineras de la ciudad. Las reservas de las estaciones se acabaron antes de que fuera su turno.
Confía en que hoy sea su día de suerte.
“Ya el agotamiento me está acabando. No me acabaron los hijos cuando los estaba criando, ahora el problema de la gasolina es el que me va a matar”, expresó, frustrada.
La situación perjudica también la vida económica de la ciudad.
La Cámara de Comercio de Maracaibo estima que la escasez de gasolina ha contribuido al cierre progresivo de empresas, junto a otras razones como los frecuentes cortes eléctricos y los altos impuestos municipales.
Su presidente, Ezio Angelini, advierte que la insuficiencia del combustible afecta el transporte público y privado, e incluso perjudica la generación eléctrica en el estado del Zulia.
“Digamos que eso comenzó este año y, a raíz de eso, cada día ha sido peor. Sobre todo esta última semana, se ha incrementado de forma impresionante. El efecto de la falta de combustible en general es muy grave para el sector”, expresó el dirigente gremial.
El gobernador del Zulia y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Omar Prieto, atribuye las limitaciones en la distribución de gasolina al contrabando y a las sanciones económicas de Estados Unidos contra el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
Las medidas estadounidenses limitan la llegada de barcos con combustible refinado, de acuerdo con sus declaraciones en semanas recientes.
En medio de la polémica, marabinos como César Vallejo, un venezolano operado de corazón abierto hace 4 años, arriesgan la salud mientras toleran temperaturas de hasta 35 grados centígrados, sin reposo, ni idas al baño.
“Ayer estuve desde las seis de la mañana esperando la gandola y a las seis de la tarde, luego de 12 horas esperando la gasolina, y nunca llegó”, dijo, luego que un delegado de la estación de servicio le marcara con tinta deleble el número 228 en el parabrisas de su vehículo.
Las autoridades locales han prometido para los próximos días un nuevo mecanismo para una mejor distribución de la gasolina en Maracaibo, considerada la cuna histórica de la explotación petrolera de Venezuela.
Sin embargo, la mayoría de sus estaciones de servicio permanecen cerradas y miles de sus habitantes, a la espera de tal solución.