Maigua Manrique, una venezolana que hace una década vive en EEUU, pasó prácticamente toda la noche haciendo hallacas junto a su familia en el sur de la Florida. Las hallacas son un plato tradicional y emblemático de la gastronomía venezolana, especialmente asociado con la temporada navideña.
Se trata de una especie de tamal elaborado con una masa de harina de maíz sazonada con caldo de gallina o carne, rellena de un guiso que suele incluir carne de res, cerdo, pollo, aceitunas, alcaparras, pasas y otros ingredientes.
Mientras hacía las hallacas, Manrique volvió a recordar por qué decidió salir de su país en 2010. "La situación económica y política no era muy buena", dice.
La familia en torno al festín de sabores de las hallacas
La preparación de las hallacas es una tradición que suele reunir a familias y amigos en la Navidad. Cada región de Venezuela tiene sus propias variantes en la receta, lo que le confiere a este platillo una rica diversidad de sabores y presentaciones. Una vez armadas, las hallacas se cocinan envueltas en hojas de plátano y se atan con pabilo antes de ser hervidas. El resultado es un manjar que refleja la mezcla de influencias culturales presentes en la cocina venezolana, proporcionando un festín de sabores y texturas durante las celebraciones navideñas.La
Un retrato de Carmen Alicia, la fallecida madre de Maigua Manrique, la acompaña en la cocina mientras ella hace las hallacas de esta jornada festiva.
“Ella fue la que nos dejó el legado de las hallacas, de la comida típica de diciembre, y se molestaba si no lo hacíamos como ella decía, si no seguíamos sus indicaciones al pie de la letra”, dice la mujer entre risas.
Explica esta venezolana que para ella seguir la tradición de las hallacas en un país como Estados Unidos es una manera de estar más cerca de su “Venezuela amada”. “Ponemos nuestras gaitas, nos tomamos nuestra guarapita, nuestro ponche crema, tratamos de hacer las cosas que hacíamos allá. Es una costumbre que nos trajimos de allá, y lo más importante es que estamos toda la familia”, agrega al respecto.
Esta Navidad, por ratos, piensa en su familia en Venezuela. “Tengo tres hermanos allá, y los extraño muchísimo. Y esta época me trae muchísimos recuerdos con cada cosa que hacemos y es imposible olvidarlo”, relata Manrique.
La mujer, ahora que su madre falleció, es la encargada de dirigir este proceso culinario junto al resto de su familia. Cada uno tiene su papel. “Todos saben que hacer. No hace falta que les regañe porque no hagan su trabajo”, bromea, aclarando que “es un momento que todos disfrutan”.
Kenia Granadillos, la hija de Maigua Manrique, ya había planificado su agenda para estar junto a su madre en este día tan especial. “Cada uno tiene su estación de lo que tiene que hacer, escuchamos música, comemos y pasamos un rato agradable”, dice admitiendo que ella tiene “la sensación de estar realmente en Venezuela”.
Planean hacer entre 90 y 120 hallacas para Navidad. “No son para comer todas ahora, sino que las guardamos para todas las fiestas navideñas”, apostilla Granadillos.
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