La viruela del mono no es efecto secundario de la vacuna contra el COVID-19

ARCHIVO - Una enfermera sostiene unos frascos de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer, el martes 8 de febrero de 2022, en Jackson, Mississippi. (AP Foto/Rogelio V. Solis, Archivo)

LA AFIRMACIÓN: La viruela símica es un efecto secundario de la vacuna contra el COVID-19.

LOS HECHOS: Falso.

El doctor Seth Blumberg, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, dijo a AP a través de un correo electrónico que la vacuna contra el COVID-19 no causa la viruela del mono. “Sólo puede contraer la viruela del mono si está directamente expuesto al virus a través de un humano infectado o un animal infectado”.

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También Alejandro Macías, infectólogo y excomisionado contra el virus A-H1N1 en México, dijo a AP vía telefónica que las aseveraciones que ligan la viruela símica con la vacuna contra el COVID-19 “no tienen sustento”.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) algunas personas tienen efectos secundarios después de vacunarse contra el COVID-19. Los más comunes son dolor, enrojecimiento e hinchazón en el brazo donde se recibió la vacuna inyectable y en el resto del cuerpo cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre y náuseas.

Sobre las reacciones adversas que podrían causar problemas de salud a largo plazo, los CDC señalan que “son muy poco frecuentes después de cualquier vacuna, incluida la vacuna contra el COVID-19”, aunque advierten que pueden ocurrir. Sin embargo, la viruela símica no se incluye en las reacciones o efectos adversos que pueden ser provocados por la vacuna que hasta ahora se han reportado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, informa en su web que los efectos secundarios típicos después de inocularse contra el COVID-19 “son dolor en el lugar de inyección, fiebre, cansancio, cefaleas, mialgias, escalofríos y diarrea”.

En cuanto a los efectos adversos, el organismo menciona las reacciones alérgicas graves, pero señala que “esta reacción es muy infrecuente”. Tampoco se refiere a la viruela símica como efecto secundario.

La AP tampoco encontró evidencia de que este padecimiento haya sido reportado como efecto secundario por ninguna autoridad sanitaria.

La viruela símica pertenece a la misma familia de virus que la viruela humana, pero provoca síntomas más leves. La mayoría de los pacientes sólo experimentan fiebre, dolores corporales, escalofríos y fatiga. Las personas que resultan afectadas con mayor gravedad pueden desarrollar erupciones y lesiones en cara y manos que pueden extenderse a otras partes del cuerpo.

Varias publicaciones en redes sociales afirman erróneamente que la viruela símica, también conocida como viruela del mono, es un efecto secundario de la vacuna contra el COVID-19. Algunas incluyen imágenes de pacientes infectados de viruela símica.

Pero ninguna autoridad sanitaria local o internacional ha declarado que la viruela símica sea un efecto secundario de la vacuna contra el coronavirus.

Las reacciones adversas, según los CDC, que se han registrado en algunas personas tras la vacunación contra COVID-19 son: la anafilaxia, un tipo de reacción alérgica grave; el síndrome de trombosis-trombocitopenia, reacción alérgica que provoca coágulos en grandes vasos sanguíneos y recuento bajo de plaquetas; el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno en el que el sistema inmunitario de la persona daña las neuronas y causa debilidad muscular y a veces parálisis; la miocarditis, que es una inflamación del músculo cardiaco, y la pericarditis, una inflamación de la capa exterior que recubre el corazón.

La OMS también incluye estos efectos en su lista de eventos graves después de la vacunación contra el COVID-19, pero reitera que son “infrecuentes”.

La web del organismo establece que en casos iniciales la viruela símica “se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados”. Señala que la transmisión secundaria o de persona a persona se produce “por contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada, o con objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión”.

Esta historia es parte del reporte NO FUE REAL: Una mirada a lo que no sucedió esta semana, de The Associated Press

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