El expresidente de Estados Unidos Donald Trump deberá enfrentar tres nuevos cargos en el caso del supuesto manejo indebido de documentos confidenciales en Mar-a-Lago, su residencia en Florida.
Uno de los nuevos cargos se refiere a la "retención deliberada de información de defensa nacional", mientras que los otros dos se relacionan con "obstrucción de la justicia" durante la investigación del caso.
Según Rafael Peñalver, un abogado constitucionalista que trabaja en Washington y la Florida, la situación se complica y el cerco se estrecha alrededor de Trump. Parece que su participación en todo esto se vuelve más personal.
El documento sugiere que él podría haber dirigido el ocultamiento de cajas y habría solicitado la destrucción de las cintas de las cámaras de seguridad en Mar-a-Lago.
El informe de 60 páginas elaborado por la fiscalía acusa a Trump de pedir a un empleado de mantenimiento que borrara imágenes de las cámaras de seguridad que estaban siendo buscadas por los investigadores. El fiscal especial Jack Smith está tratando de determinar si Trump orquestó estas acciones para obstaculizar las pesquisas.
Además de Trump y su asistente personal, Walt Nauta, se ha señalado a un nuevo acusado, Carlos de Oliveira, quien habría recibido instrucciones de "el jefe", apodo utilizado para referirse a Donald Trump, para borrar las imágenes de las cámaras.
Carlos de Oliveira, de 56 años, fue empleado del club privado de Trump desde enero de 2022, y se le acusa de haber ayudado a cargar las cajas en un avión y de drenar la piscina del resort, lo que afectó los servidores de las cámaras de seguridad.
La fiscalía sostiene que Trump tenía en su posesión un plan de guerra altamente clasificado y lo compartió con personas que no tenían la autorización de seguridad para acceder a dichos documentos. Estas acciones podrían haber violado la Ley de Espionaje de Estados Unidos, que prohíbe la posesión de documentos clasificados que puedan perjudicar al país.
En total, ahora enfrenta 32 cargos de retención intencional de información de defensa nacional y 8 cargos relacionados con intentos presuntos de obstruir la investigación federal.
Trump ha afirmado que siempre ha cooperado con la justicia y ha compartido todas las imágenes de los videos de seguridad. Un portavoz del expresidente considera que estas acusaciones son un intento desesperado y agitado promovido por la Casa Blanca para evitar que Trump se postule nuevamente en las elecciones presidenciales de 2024.
El abogado Peñalver advierte que es poco probable que una decisión judicial bloquee la intención de Trump de presentarse como candidato, ya que el proceso en la corte tomará mucho tiempo.
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