Se han cumplido 200 días desde que las dos principales pandillas salvadoreñas cesaron la guerra que tenían entre ellas, con resultados notables aunque controversiales.
Representantes de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 (M-18) pidieron el lunes a los salvadoreños que apoyen la tregua que mantienen desde hace 200 días, la cual ha hecho posible una reducción significativa de los homicidios en El Salvador.
"Queremos que la sociedad salvadoreña crea en esta acción que estamos realizando y, por eso, pedimos que todos los sectores de nuestra sociedad la apoyen para que esto se consolide en algo duradero", dijo en una rueda de prensa Carlos Mojica, alias 'Viejo Lin', uno de los más temidos cabecillas del Barrio 18.
En seis meses los resultados han sido notables. De acuerdo con las cifras oficiales, antes de la tregua, El Salvador tenía una tasa de 68 homicidios por cada 100.000 habitantes, pero luego bajó a 23. "1.712 vidas de salvadoreños se han salvado", al reducirse de 14 a 5,5 los homicidios que ocurren a diario en el país, subrayó el texto de un comunicado distribuido a los medios por los pandilleros.
La tregua ha sido criticada fuertemente por algunos sectores de la sociedad que, por un lado, ven con recelo que el gobierno haya negociado con criminales y haya cedido poder para mejor la seguridad en el país, y por otro, que la tregua no incluya el cese a las extorsiones a negocios y personas que viven y trabajan en las zonas con fuerte presencia de pandilleros, la cual les sigue afectando de una manera importante.
Sin embargo, el proceso ha sido apoyado por la iglesia católica y por la Organización de los Estados Americanos, que ha aceptado acompañar y vigilar el cumplimiento de los acuerdos.
Las dos principales pandillas de El Salvador acordaron el 9 de marzo hacer una tregua en la guerra que tenían entre ellas. El vicario castrense monseñor Fabio Colindres y el ex comandante guerrillero Raúl Mijango, sirvieron como facilitadores. El presidente salvadoreño Mauricio Funes ha intentado desmarcarse del pacto, pero su ministro de Seguridad, David Munguía Payés ha aceptado haber fraguado el plan que llevó a la tregua.
En el comunicado divulgado este lunes, los pandilleros anunciaron el comienzo de una segunda etapa de la tregua, aunque todavía no ha quedado claro en qué consistirá.
"Queremos que la sociedad salvadoreña crea en esta acción que estamos realizando y, por eso, pedimos que todos los sectores de nuestra sociedad la apoyen para que esto se consolide en algo duradero", dijo en una rueda de prensa Carlos Mojica, alias 'Viejo Lin', uno de los más temidos cabecillas del Barrio 18.
En seis meses los resultados han sido notables. De acuerdo con las cifras oficiales, antes de la tregua, El Salvador tenía una tasa de 68 homicidios por cada 100.000 habitantes, pero luego bajó a 23. "1.712 vidas de salvadoreños se han salvado", al reducirse de 14 a 5,5 los homicidios que ocurren a diario en el país, subrayó el texto de un comunicado distribuido a los medios por los pandilleros.
La tregua ha sido criticada fuertemente por algunos sectores de la sociedad que, por un lado, ven con recelo que el gobierno haya negociado con criminales y haya cedido poder para mejor la seguridad en el país, y por otro, que la tregua no incluya el cese a las extorsiones a negocios y personas que viven y trabajan en las zonas con fuerte presencia de pandilleros, la cual les sigue afectando de una manera importante.
Sin embargo, el proceso ha sido apoyado por la iglesia católica y por la Organización de los Estados Americanos, que ha aceptado acompañar y vigilar el cumplimiento de los acuerdos.
Las dos principales pandillas de El Salvador acordaron el 9 de marzo hacer una tregua en la guerra que tenían entre ellas. El vicario castrense monseñor Fabio Colindres y el ex comandante guerrillero Raúl Mijango, sirvieron como facilitadores. El presidente salvadoreño Mauricio Funes ha intentado desmarcarse del pacto, pero su ministro de Seguridad, David Munguía Payés ha aceptado haber fraguado el plan que llevó a la tregua.
En el comunicado divulgado este lunes, los pandilleros anunciaron el comienzo de una segunda etapa de la tregua, aunque todavía no ha quedado claro en qué consistirá.