Lecciones desde Fukushima

Estas son las espinacas de una cooperativa de agricultores, pero pocos quieren comprar los productos de Nihonmatsu.

Científicos aconsejan a las autoridades en Japón sobre cómo trabajar en la descontaminación de la tierra afectada por los reactores nucleares.

Científicos de la ex Unión Soviética llegaron a Fukushima, en Japón, para aconsejar a los habitantes que atravesaron por un devastador accidente nuclear en marzo de 2011, cómo trabajar en la descontaminación de la tierra.

En esta, una de las regiones de agricultura más importantes de Japón, la tierra fue irradiada cuando tres reactores nucleares se fundieron como resultado del terremoto y tsunami en la costa japonesa.

De acuerdo a las autoridades en Japón, 81.000 hectáreas de tierra están contaminadas a un nivel de más de 5.000 becquereles por kilogramo, el límite en el cual el arroz no puede ser cultivado, según las regulaciones del gobierno.

Yoshi-ichi Takeda, un agricultor de una granja en Fukushima, dice que el accidente ha destruido la forma de sobrevivencia de comunidades enteras, así como con frutas y vegetales.

“Los fondos de emergencia son escasamente suficientes para subsistir”, dice Takeda, explicando que el gobierno no permite a sus diez vacas pastar, sin embargo no han indicado si la tierra será descontaminada.

En la carretera a Nihonmatsu, Aiko Saito está tratando de cultivar arroz, alverjas, papas y rábanos, pero no consigue compradores para sus productos. Lo que Saito y sus vecinos consiguen por la venta de sus cosechas ha caído drásticamente, sus arvejas se vendieron en 2011 por la mitad del precio acostumbrado. Ahora, incluso sus hijos se reúsan a comer lo que ella cultiva.

Consejo del exterior

En un simposio sin precedentes en las afueras de Koriyama, científicos de otros países se reunieron con sus homólogos japoneses y con las autoridades locales. Invitados por el gobierno, ellos vinieron a compartir su experiencia con la descontaminación de la tierra.

Victor Averin, director del Instituto de Investigación de Radiología en Belarus, dice que quiere compartir el conocimiento adquirido después del accidente nuclear de 1986 en Chernóbil.

El ofrece un consejo práctico: ferroceno, un compuesto órgano metálico eficaz en la reducción de la contaminación por radiación en la leche y aves de corral.

Según Rudolf Alexakhin, un experto de la Academia Rusa de las Ciencias, tomó 20 años reducir los niveles de contaminación, a un nivel seguro, después de Chernóbil.

Dada las grandes dimensiones del área contaminada en Europa del Este, dice Alexakhin, era imposible utilizar efectivamente absorbentes o remover la capa superficial de la tierra. Pero en Fukushima, que es un área más pequeña y es vital para la agricultura japonesa, él sugiere utilizar estos métodos.

La nueva campaña nacional

El ministerio del medio ambiente de Japón tiene programado iniciar un programa de descontaminación el próximo mes. Sin embargo, la iniciativa genera un nuevo dilema, ¿dónde se va a colocar toda esta tierra radioactiva?

Con la acumulación del material radioactivo, las cenizas de los incineradores y la gran cantidad de descombros del terremoto y tsunami, los residentes de otras regiones organizan sus esfuerzos para contrarrestar las iniciativas que intentan ubicarlos en sus comunidades.

La situación ha motivado una campaña nacional del ministerio del medio ambiente con el lema, “el esfuerzo de todos es necesario para disposición de desechos”.

Hasta ahora, hay poca evidencia de que el mensaje tenga una audiencia receptiva.

Jiyoon Won y Maho Misawa colaboraron en este informe.