En un pequeño espacio de su casa que funciona como taller, Leo Viscarra, un adolescente boliviano de 17 años, trabaja incansablemente en la fabricación de protectores faciales para el personal de la salud que combate la pandemia de la COVID-19, en la ciudad de Cochabamba.
Desde siempre la idea de la solidaridad ha estado presente en la vida de Leo. Hace algunos años los medios de comunicación locales dieron a conocer su historia: él había creado su propia prótesis, convencido de que haber nacido sin la mano izquierda no sería un impedimento para lograr sus sueños.
Desde ese entonces no paró. Elaboró varios productos para ayudar a niños de escasos recursos y también a perritos que requerían de prótesis.
Ahora, durante la crisis sanitaria por la expansión de la pandemia de la COVID-19 no quiso ser indiferente. “Vi que los médicos y todo el personal de salud requerían protectores faciales, entonces aprovechando que tenía impresoras 3D, hice un prototipo y me salió bien”, cuenta Leo a la Voz de América.
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Leo empezó hace casi dos semanas y ya fabricó unos 40 protectores. Se apoya para la distribución en el grupo “Cochabamba contra el COVID-19”, conformado por voluntarios que cuentan con impresoras 3D y también replican este trabajo.
“Todo esto ha sido un golpe muy fuerte, pero hay que superarlo, yo tomé todo lo que está pasando como una oportunidad para ayudar. Antes tal vez con los estudios no tenía mucho tiempo; pero ahora veo que puedo hacer muchas más cosas”, dice entusiasmado.
El sueño de Leo
El sueño de Leo es ser biomédico y tener una especialidad en mecatrónica. Desde que recuerda, este tipo de tecnología lo apasionó y en un futuro, -explica-, le gustaría lograr proyectos de impacto, que puedan cambiar vidas, y tener un alcance internacional.
El camino recorrido no hubiera sido posible sin la ayuda de su familia, a la que Leo siempre involucra en sus actividades como su mayor respaldo y motivación.
Pide colaboración si bien el trabajo es arduo y comprometido. Una de las dificultadas que enfrenta es la falta de materias primas para seguir produciendo las mascarillas.
Explicó a la VOA que se precisan láminas de acetato y el filamento para impresoras 3D. Eso le dijo Leo a la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez y el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, durante un encuentro reciente.
Por ahora, Leo sigue produciendo como puede, mientras espera la colaboración de las autoridades, pero también de las personas que quieran solidarizarse con su creación en tiempo de pandemia.