Quizás el nombre de Lex Borrero no es muy familiar para el gran público, pero en la industria de la música brilla con nombre propio. Él ha sido el impulsor de artistas de la talla de Bad Bunny o J Balvin, con quién selló el éxito “Agua” y la canción de la banda sonora de SpongeBob Movie: Sponge on the run.
“Nunca pensé que iba a ser un ejecutivo de la música, ni un productor, ni siquiera un creativo en el espacio del entretenimiento”, explicaba Borrero durante una entrevista con la Voz de América.
En realidad, cuando era muy joven soñaba con ser arquitecto. De hecho, su destreza con los dibujos lo ayudó a comunicarse cuando se mudó al sur de la Florida junto a su familia. “Cuando llegué a Miami, siendo un chico colombiano sin hablar inglés, la única forma que sabía para comunicarme, especialmente con las chicas, era dibujando”, recordaba entre risas.
También lea Los sueños hechos realidad de un pianista venezolano en Nueva YorkEn ese entonces, aún era muy joven, y empezaba a interesarse por la cultura estadounidense, “entre Michael Jackson, el hip hop y Michael Jordan”. “Estaba obsesionado con ellos, quería ver cómo uno puede llegar a un punto donde uno puede tener esa clase de influencia, donde uno puede ser tan bueno en algo. Eso me llevó a descubrir qué importante era la excelencia y el trabajo necesario para ser exitoso”, relata.
Influenciado por su madre, quien dedicaba parte de su tiempo a ser pastora en una iglesia del sur de la Florida, se convenció de que él quería dirigirse a la juventud y lo quería hacer a través del “poder del entretenimiento”, ya fuera en los deportes, la música o las películas.
Así fue cómo empezó a materializar un sueño que, en poco tiempo, se iba materializando. Su familia no tenía muchos recursos y él quería comprarse un par de zapatillas de Michael Jordan, que estaban de moda.
Su madre ya le dijo que no podía hacerse cargo de ese gasto, así que empezó a ahorrar el dinero que, supuestamente, iba destinado al almuerzo escolar. Con ese dinero compraba golosinas o grababa CDs de otros cantantes para revenderlos en la escuela. Pero aún no lograba reunir el dinero suficiente para comprarse las zapatillas.
También lea Bad Bunny es el artista del año de los Premios Billboard de la Música LatinaHasta que un día vio que un día, un chico, estaba rapeando una canción en su escuela. “Ese momento fue el que lo cambió todo”, confiesa. “Le dije: ¿Por qué no hacemos tú y yo una canción? Él me dijo que sí”, recuerda.
Así que utilizó un programa de grabación bastante sencillo, nada profesional, pero lo bastante decente como para luego vender decenas de copias a otros compañeros del colegio. “A cada chica, a cada maestro, yo le decía que si no compraban los discos no nos estaban apoyando, y así fue como empecé a darme cuenta de que el mundo de la música era interesante”, dice.
Un sueño que empezó a germinar y continúe hasta el día de hoy. Sin embargo, asegura que no ha sido un camino fácil. “He dormido en las calles, he estado sin un dólar, he pasado por muchas cosas. Todo el mundo me ha dicho que no, todo el mundo me ha dicho que no es posible, que las cosas no son así, y eso fue lo que me llevó a ser un ejecutivo, porque yo vengo de ser un creativo, yo vengo de empezar mi carrera como productor”, expone.
Recalca que todas las negativas que ha tenido en su vida le ha ayudado a entender que “si nadie creía en mis ideas locas, yo tenía que irlas a hacer yo mismo”.
“Eso me ayudó a, primero que todo, entender la importancia entre no solamente tener visión, sino poder ejecutar esa visión. Hay mucha gente que tiene visión y no la sabe ejecutar y mucha gente que sabe ejecutar, pero no tiene esa visión” agrega.
También lea El arte contestatario: al otro lado del discurso oficial en CubaAhora está viviendo uno de los momentos más dulces de su carrera. Fruto de su pasión, su dedicación y persistencia nació “Neon 16”, una de las compañías de producción de música urbana en español más importantes de la industria junto al reconocido Tainy.
“Cuando llegué a empezar cosas para la industria de la música latina, los productores y los escritores no eran respetados. Solo los que se dedicaban a la música vieja pop tradicional, pero lo que era urbano, nada”, explicaba echando la vista atrás y rememorando que era muy difícil de la música urbana en español porque prácticamente no se hacía dinero.
Tainy fue su primer cliente, el que le abrió las puertas para demostrar que la música latina tenía mucho que ofrecer en la industria, sin importar el idioma, que lo importante era la calidad del producto. Luego llegaría el rapero Ovi y muchos otros que han engrosado su cartera de clientes.
Ahora, quiere seguir dando oportunidades a las nuevas generaciones que, como él hace unos años, también buscan su espacio en la música latina. Su compañía NTERTAIN, filial de Neon 16, se ha unido con The Official Latino Film Festival para llevar a cabo el NVISION Latino Film and Music Festival, que busca encontrar nuevos talentos latinos en el mundo de la música, el cine y la televisión.
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