La “integridad territorial” de Ucrania debe ser la base para cualquier eventual acuerdo de paz, acordaron 80 países en una conferencia en Suiza el domingo.
Algunos países en desarrollo, sin embargo, no se sumaron a la declaración.
El comunicado conjunto concluyó dos días de sesiones en Burgenstock, Suiza, un evento que fue marcado por la ausencia de Rusia, que no fue invitada, aunque algunos países expresaron esperanzas de que acudiría en futuras gestiones para la paz.
Unas 100 delegaciones, en su mayoría de países occidentales aunque había también algunos países en desarrollo, asistieron a la conferencia.
Entre los países que no firmaron la declaración – que se enfocó en temas como seguridad nuclear, seguridad alimentaria e intercambio de prisioneros - estaban India, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que fueron representados por ministros de Relaciones Exteriores o enviados de menor nivel.
Brasil, un país “observador”, no firmó, pero Turquía —que ha buscado asumir el papel de mediador entre Rusia y Ucrania— sí lo hizo.
El documento final indicó que la Carta de Naciones Unidas y “el respeto por la integridad territorial y la soberanía... pueden servir y servirán de base para lograr una paz integral, justa y duradera en Ucrania”.
Viola Amherd, la presidenta suiza que organizó el evento, dijo en la conferencia de prensa de cierre que el hecho de que la “gran mayoría” de los participantes aceptara el documento final “demuestra lo que la diplomacia puede lograr”.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy elogió los “primeros pasos hacia la paz” en la reunión y dijo que el comunicado conjunto sigue “abierto a la adhesión de todos los que respeten la Carta de Naciones Unidas”.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión ejecutiva de la Unión Europea, señaló que la conferencia se tituló “con toda razón” “Camino a la paz” porque la paz no se logrará en un solo paso.
Más de 90 países asistieron a las conversaciones de dos días en un centro turístico alpino suizo a instancias del presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy.
Moscú calificó la cumbre como una pérdida de tiempo y en su lugar presentó su propia propuesta. China fue otra notable ausente.
Sin embargo, la conferencia resaltó tanto el amplio apoyo que Ucrania todavía disfruta de sus aliados como los desafíos para lograr un alto el fuego duradero, con las fuerzas ucranianas a la defensiva después de recientes reveses militares y demoras en la ayuda occidental. Rusia controla alrededor del 20 % de Ucrania.
Varios líderes occidentales expresaron su condena a la invasión y rechazaron las demandas del presidente ruso Vladimir Putin de partes de Ucrania como condición para la paz.
Algunos líderes se marcharon temprano, y las conversaciones del domingo se centraron en buscar una posición conjunta sobre seguridad nuclear y alimentaria, y el regreso de los prisioneros de guerra y los niños sacados de Ucrania durante el conflicto.
Cerca de la mitad de las aproximadamente 100 delegaciones fueron encabezadas por jefes de Estado y de gobierno. Los analistas dijeron que el número de asistentes es un indicador clave del arrastre de Ucrania y sus incondicionales occidentales entre la comunidad internacional en general.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, que asistió en representación de Estados Unidos en un momento en que el presidente Joe Biden acudía a un evento de recaudación de fondos en California, reiteró el apoyo total de Estados Unidos a Ucrania y anunció 1.500 millones de dólares en ayuda estadounidense para distintos proyectos, como infraestructura energética y seguridad civil.
China, que respalda a Rusia, ha dicho que cualquier proceso de paz requiere la participación de Rusia y Ucrania, y ha planteado sus propias ideas para la paz.
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La conferencia se centró en tres elementos de la agenda considerados como las partes menos polémicas de una “fórmula” de paz de 10 puntos presentada por Zelenskyy: Seguridad nuclear, incluso en la central eléctrica de Zaporiyia, ocupada por Rusia; un posible intercambio de prisioneros de guerra, y seguridad alimentaria mundial. La guerra ha interrumpido los envíos de alimentos y fertilizantes a través del mar Negro.
El plan de Zelenskyy también contempla el retiro de las tropas rusas del territorio ucraniano ocupado, el cese de las hostilidades y la restauración de las fronteras originales de Ucrania con Rusia, incluido el retiro de Rusia de la Crimea ocupada. Con Ucrania principalmente a la defensiva en estos días, estas esperanzas parecen cada vez más distantes.
Putin quiere que cualquier acuerdo de paz se base en un borrador de acuerdo negociado en las primeras fases de la guerra que incluía disposiciones sobre el estatus neutral de Ucrania y límites a sus fuerzas armadas, mientras que retrasaba las conversaciones sobre las zonas ocupadas por Rusia. La presión ejercida por Ucrania para ingresar en la OTAN durante años ha irritado a Moscú.
También desea que Ucrania renuncie a su propósito de unirse a la OTAN y retire a sus fuerzas de las regiones que Rusia se anexó ilegalmente en 2022.
Los analistas afirman que la conferencia de dos días probablemente tendrá poco impacto concreto para poner fin a la guerra porque el país que la encabeza y continúa, Rusia, no fue invitado, por ahora. El aliado clave de Rusia, China, que no asistió, y Brasil han buscado conjuntamente trazar rutas alternativas hacia la paz.
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