El joven de origen colombiano Juan Arango, quien trabaja en una oficina del gobierno en el área de Washington, dice que entre amigos y colegas de su generación son comunes las conversaciones sobre la acumulación de estrés y las exigencias del trabajo.
También son frecuentes las pláticas sobre los costos de vida y los bajos salario, comenta Arango, de 24 años.
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Varios estudios corroboran lo que dice Arango de que las generaciones más jóvenes tienen niveles de ansiedad y estrés laboral más altos que generaciones anteriores. Expertos consutados por la VOA aseguran que la hiperconectividad podría ser un factor que abona el problema, junto a la presión social de las redes y las expectativas de que todo se logra de forma casi instantánea.
Una encuesta de la consultora global Deloitte, que provee estudios para diferentes industrias, sobre los niveles de estrés laboral en las generaciones Y y Z, o mejor conocidos como millennials y centennials, respectivamente, encontró que “las continuas preocupaciones sobre las finanzas, el cambio climático y la salud mental, y el estrés laboral” afectan en mayor proporción a estos dos grupos que a las generaciones anteriores. En estos grupos generacionales, los niveles de estrés y ansiedad “siguen siendo altos y el agotamiento va en aumento”.
Casi la mitad de los encuestados de la Generación Z y cuatro de cada 10 millennials “dicen que se sienten estresados y ansiosos en el trabajo todo o la mayor parte del tiempo”, indicó el estudio.
También lea EEUU celebra Día del Trabajo: ¿Qué impacto tiene la “gran renuncia” en el mercado laboral?Un estudio de Gallup en 2018 arrojó que estas generaciones son las que presentan más síntomas de agotamiento laboral por diversas causas, desde trato desigual hasta la presión con el tiempo. Más recientemente, un estudio de Future Forum arrojó que este desgaste está en aumento, y que los jóvenes menores de 30 y las mujeres son más propensos a sentir sus efectos, reportó CNBC.
La psicóloga, Enid C. Vega explicó a la Voz de América en Washington que la hiperconectividad con nuevas tecnologías de la información a la que están más expuestos estos grupos podría ser otro factor que abona el problema.
Según esta experta, la cultura laboral de valerse de las herramientas tecnológicas para mantener la dinámica laboral impide a muchos anular el tiempo de descanso y permanecen conectados en asuntos del trabajo a cualquier hora, incluso “cuando es tiempo de descanso”.
Vega considera que la clave es "poner límites" en el horario laboral para evitar la sobrecarga de estrés, porque a medida que la persona no pone límites a la conectividad se sentirá “obligada o con la tendencia” a querer aportar ideas en horas fuera de su jornada o responder correos electrónicos sobre asuntos laborales por la noche o fines de semana.
La idea de ser más activo y colaborar en tu trabajo "es una línea muy fina", dijo Vega.
"Inconcientemente nos estamos conectando más con el trabajo y nos vamos desconectando más con el tiempo descanso", explicó.
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La presión social, el síndrome de burnout y las falsas soluciones instantáneas
La presión social para estar conectados también es otro factor que para el joven Juan Arango no ayuda y que quizá contribuye al problema. En las redes sociales “todo parece fácil”, y eso se contrapone al esfuerzo real que demanda trabajar, dijo.
El estudio de Deloitte encontró que las generaciones X y Z tienen sentimientos encontrados en cuanto al impacto de las redes sociales en la salud mental y el estrés laboral.
Casi la mitad de los millennials dice que las redes tienen un efecto positivo, y más de cuatro de cada 10 de la Generación Z dicen que las redes "hacen que se sienten solos o inadecuados y a sentirse presionados a tener presencia en línea", apunta la investigación.
También lea EEUU supera récord de suicidios en un año: "La pandemia aceleró todo"El fenómeno de acelerado desgaste emocional por efecto del trabajo de estos grupos ha llevado a calificarlos de “Generación quemada” (que viene del término burnout en inglés, que significa agotado o desgastado).
El llamado síndrome de burnout se extiende cada vez con mayor fuerza en países desarrollados, según compilan informes sobre salud mental y laboral con estudios como el realizado por el Global Workforce of the Future.
Según este estudio, sólo un 20 % de los baby boomers afirma sentirse “quemados” pero sube en la Generación X —de los que nacieron entre 1965 y 1981— a un 32 %, y los millennials y centennials superan el 40 %.
La sicóloga Enid C. Vega dice a VOA que estas generaciones están más expuestas a creer en las soluciones instantáneas, lo que aumenta el estrés y la ansiedad.
“Es la parte de ese sistema de placer instantáneo, respuesta instantánea de que todo es rápido. Se crea una falsa expectativa de que todo se resuelve rápido y que todo se alcanza rápido”, explicó.
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La sicóloga advierte que el continuo estrés laboral está conllevando a otros problemas de salud pública como la presión alta en gente joven, así como problemas alimenticios y de sueño, entre otros, que en corto plazo comienzan a pasar factura.
La experta ve positivo que en buena parte de los entornos laborales se trabaja en apoyo de grupos para reducir el estrés y existe interés en encontrar soluciones al creciente problema, pero que el camino es largo y apenas comienza.
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