Lufthansa confirmó el martes que sabía desde 2009 sobre las tendencias depresivas de Andreas Lubitz, el copiloto que estrelló el avión de Germanwings en los Alpes franceses.
Según la compañía aérea alemana, Lubitz había proveído esta información al tratar de reintegrarse a la academia de vuelo de la aerolínea tras interrumpir sus estudios por un mes debido a un episodio depresivo.
El anunció ocurrió después de que la agencia francesa de accidentes aéreos BEA declarara que investigaría "deficiencias sistemáticas" como evaluación psicológica de sus pilotos y la efectividad de los seguros de puerta de la cabina que quizás hubieran podido prevenir el accidente del avión Germanwings.
Los abogados de las familias de las víctimas también pidieron que se revisara el reglamento de evaluaciones psiquiátricas para pilotos.
Lufthansa comentó que ya había compartido toda la correspondencia entre la compañía y Lubitz, incluyendo correos electrónicos y registros médicos, para aclarar cualquier duda y agilizar la investigación.
La aerolínea también resaltó que Lubitz había pasado todos los exámenes requeridos por la agencia, incluyendo el examen anual físico.
Los aseguradores de Lufthansa han apartado $300 millones de dólares para resolver disputas que se produzcan debido al accidente, según la compañía.
Los resultados de la investigación de la BEA podrían afectar los reglamentos de seguridad para toda la industria aérea.