Completar un doctorado en Colombia es un importante logro profesional de lo que pocas personas pueden hacer alarde, pero lograrlo a los 98 años es una gran gesta que contadas personas pueden testificar como lo ha hecho el abogado Juan Antonio Cuéllar.
Más aún cuando por cada millón de habitantes en el país hay sólo 12.6 doctores graduados, según cifras al 2016 de Fedesarrollo, centro independiente de investigación económica y social.
Pero hablar de los alcances académicos del profesor Cuéllar es también rememorar buena parte de la historia de Colombia.
Nació el 14 de agosto de 1925 en el interior de una familia humilde cerca a Roldanillo, municipio del Valle del Cauca, aproximadamente a 149 kilómetros de Cali, donde no había dinero para comprar zapatos de diario. Por eso confiesa que sus primeros grados los estudió descalzo.
Su amor por la historia se inició cuando le preguntó a uno de sus maestros quiénes eran los hombres retratados en los cuadros de su primer colegio, descritos como próceres de la independencia.
Con los años, su curiosidad por el aprendizaje creció en desproporción a las condiciones económicas de su infancia y con mucho esfuerzo y orgullo validó su bachillerato en 1973.
Desde ese momento su formación profesional y hoja de vida no se han detenido: además de estudiar derecho en la Universidad Libre, cursó un diplomado y una maestría en historia, una especialización en enseñanza docente y recientemente en 2018 el doctorado en humanidades a sus 92 años.
Un currículum envidiable que a su vez le permitió ser a lo largo de sus años productivo maestro, alcalde de Roldanillo, catedrático de varias materias sobre derecho, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Cooperativa de Colombia en Cali, escritor y presidente de la Academia de Historia del Valle, cargo que ostenta desde 2019 hasta la actualidad.
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Para Luis Antonio Cuéllar, el estudio es un antídoto contra la ignorancia y así se lo explicó de manera anecdótica a un amigo.
"Un amigo me pregunta Luis Antonio ¿Y para qué sigues estudiando si tienes tu jubilación? le dije en forma muy simple, uno tiene que estudiar permanentemente, solo así uno puede morir menos ignorante", respondió.
Lograr una tesis laureada por la Universidad del Valle a punto de cumplir sus 98 años, ha sido de las proezas más ejemplares del profesor Cuéllar y una evidencia irrefutable de que con buena salud física y mental, cualquier ser humano podría desafiar incluso el paso del tiempo.
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“Sectores populares, afrocolombianos y criollos en el Movimiento de las Ciudades Confederadas 1810-1813” fue el nombre del proyecto que le concedió con honores su título de doctor en humanidades. Allí no solo abordó el proceso de la descolonización, sino que planteó muchos interrogantes y una gran propuesta enfocada a la enseñanza primaria en las escuelas rurales mediante la modalidad de semestres.
Toda su carrera la cursó en el horario nocturno. Mientras en el día se codeaba con gente de la vida pública y el ámbito de la historia en virtud de sus cargos, de noche sus compañeros de lecciones en la universidad no eran más que jóvenes a los que Cuéllar les doblaba en edad y experiencia.
"Un viernes que me dejaron bajar las gradas despacio porque no tenía habilidad para hacerlo corriendo, unos estudiantes pasaron corriendo y me esperaron en los corredores, ahí me invitaron a tomar unas cervecitas en la universidad, yo me sonreí con ellos de buena gana, pero les dije no a estas horas de la vida no estoy para estas cosas del viernes. Voy a darle para que se compren un aguardiente a nombre mío y ellos recibieron eso con agrado y cariño", recuerda con cariño Cuéllar.
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De apariencia fuerte, memoria lúcida, hablar claro y semblante bonachón, muchos se preguntan cómo este hombre ha logrado prolongar sus habilidades y destrezas de tal manera que su cerebro le permite seguir aprendiendo a una edad tan avanzada. En Colombia la expectativa de vida en los hombres se estima en 74 años.
Luis Roberto Montaño, especialista en medicina para el bienestar, asegura que casos como el del doctor Cuéllar “son admirables por mantener sus facultades cognitivas e identificación del espacio y el tiempo y se pueden asociar a cuatro factores:
- El entorno en el que el profesor Cuellar logró este desarrollo cognitivo donde el estudio, la lectura, el análisis y la creatividad juegan un papel fundamental.
- La genética que en el caso de la longevidad tiene un componente determinante.
- La motivación y los estímulos ejercitados desde la mente y convertidos en voluntad, perseverancia y otros valores desplegados a lo largo de la vida.
- La buena salud asociada a la práctica de hábitos como el ejercicio, la adecuada nutrición, el descanso y el control del estrés, la contaminación y de otras amenazas externas.
“La vida nos ofrece en la naturaleza un libro abierto que no debemos cerrar nunca”, concluye el doctor Luis Antonio Cuéllar, uno de los hombres más longevos y sabios de Colombia, quien por ahora evalúa entre varias opciones en qué programa académico se inscribirá próximamente para que el siglo de vida, al que llegará en cuestión de dos años, lo sorprenda haciendo lo que más le gusta: estudiar.
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