Cada iglesia atendía a una congregación negra del estado de Luisiana. Cada una adornaba un ambiente rústico, de campo. Cada una tenía al frente un pequeño cementerio. Ahora, cada una es la calcinada escena de un desastre, el resultado de tres incendios provocados que recordaron la violencia de la era de los derechos civiles en Opelousas, una ciudad de unos 16.000 habitantes en la parroquia rural St. Landry, Luisiana.
El jueves llegó con noticias de un arresto: de un hombre blanco.
El sospechoso fue identificado como Holden Matthews, de 21 años, informó el gobernador John Bel Edwards.
Matthews enfrenta tres cargos estatales de incendio provocado simple de un edificio religioso, dijo el jefe de bomberos estatal Butch Browning, quien agregó que los investigadores federales también analizaban si el odio motivó los incendios.
El jefe de policía de St. Landry, Bobby Guidroz, confirmó que Matthews es hijo de un policía. Añadió que el padre no sabía nada de las acciones de su hijo y que se desmoronó emocionalmente tras el arresto.
El propio jefe de policía colaboró en el arresto, al sacar a Matthew de su casa.
Harry Richard -pastor de la iglesia Greater Union Baptist, el lugar del segundo incendio- dijo sentirse aliviado por la detención porque "esto nos quita mucha presión".
Sin embargo, el reverendo Freddie Jack, de la Asociación Bautista Misionera del Séptimo Distrito, dijo que le "gustaría saber si estaba trabajando solo o no. No podemos bajar la guardia".
Sin embargo, en una conferencia de prensa, Browning se mostró confiado de que había acabado el peligro en las iglesias. "Esta comunidad está segura otra vez", dijo Browning rodeado de autoridades locales y federales que trabajaron en el caso. "Estamos extrema y absolutamente confiados en que tenemos a la persona responsable de estos delitos trágicos".
En una cuenta de Facebook que parece pertenecer a Matthews, éste aparece con las palabras "black metal" pintadas en un muro detrás de él. El black metal es un subgénero extremo de metal pesado con letras que con frecuencia veneran al satanismo y paganismo. La escena del black metal se relacionó con el incendio de iglesias cristianas en la década de 1990 en Noruega.
El primer incendio se declaró el mes pasado en la iglesia bautista de St. Mary en Port Barre. Días después hubo incendios en otras dos iglesias bautistas de Opelousas: la Greater Union y la Mount Pleasant. Las tres eran inmuebles de más de 100 años, con feligreses en su mayoría negros. Los recintos estaban vacíos cuando se declararon los incendios y nadie resultó herido.