Las encuestas sugieren que la mayoría de los rusos respaldan la decisión del presidente Vladimir Putin de invadir Ucrania, y Lora* se contaba entre esa mayoría.
La madre de dos hijos de 55 años de Kazán, la capital de la región rusa de Tatarstán, dijo que Rusia simplemente se estaba defendiendo en declaraciones a RFE/RL a principios de marzo.
Afirmó que su principal fuente de información sobre lo que Putin describió como una "operación militar especial" provino de los medios oficiales estatales, que tienen prohibido describir la invasión como una "guerra".
Los rusos comunes pueden enfrentar hasta 15 años de prisión por cuestionar o contradecir la narrativa de guerra del Kremlin, con miles detenidos hasta ahora por la policía en todo el país.
"La guerra es horrible, pero nos estamos defendiendo. Si no atacamos ahora, nos habrían atacado. Esto es Estados Unidos. Occidente nos habría bombardeado. ¿Es eso normal? Solo nos estamos defendiendo", dijo Lora, haciéndose eco de gran parte de la narrativa del Kremlin que es amplificada por los medios estatales y domina en Rusia, ya que el gobierno de Putin ha silenciado casi todas las voces independientes.
También lea Putin dice que Occidente quiere "destruir a Rusia", pero la historia lo desmienteSin embargo, Lora, que pidió que no se usara su apellido por temor a represalias, cambió radicalmente de opinión unas semanas después, una vez que su propio hijo Vyacheslav se unió a las fuerzas armadas de Rusia y debía ser enviado a luchar en Ucrania. Estaba siguiendo los pasos de su padre, quien, según Lora, había luchado una vez en Chechenia y más recientemente en Siria.
La invasión rusa comenzó en la madrugada del 24 de febrero y ha sido descrita por funcionarios de defensa estadounidenses como el mayor ataque convencional desde la Segunda Guerra Mundial. Ha obligado a casi 10 millones de ucranianos a huir del país, según datos de la ONU.
La ONU dice que al menos 1.000 civiles han muerto, aunque se teme que la cifra real sea mucho mayor.
Funcionarios rusos, incluidos Putin y el ministro de Relaciones Exteriores, Sergéi Lavrov, han dicho desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania que el objetivo del ataque a gran escala era desmilitarizar y "desnazificar" Ucrania y derrocar a su gobierno elegido democráticamente.
A pesar de todos los intentos de apoderarse de las principales ciudades de Ucrania, incluida la capital, Kiev, las fuerzas armadas rusas no han podido conseguirlo durante un mes de intensos combates. Las tropas cerca de Kiev han permanecido detenidas durante semanas, con las dos principales columnas blindadas rusas atrapadas al noroeste y al este de la capital.
También lea Ucrania rechaza “falsa” acusación rusa sobre uso de fósforo blanco por parte de KievDado que sus fuerzas ya no avanzaban, el Ministerio de Defensa ruso indicó el 25 de marzo que había reducido sus objetivos en Ucrania, centrándose ahora en apoderarse de las regiones orientales de Ucrania de Luhansk y Donetsk, comúnmente conocidas como Dombás, partes de las cuales llegaron bajo control separatista después de que Rusia anexó ilegalmente la Península de Crimea de Ucrania en 2014.
Durante el último mes de combates, el Ministerio de Defensa solo ha publicado dos veces cifras sobre las bajas rusas en Ucrania, la segunda vez el 25 de marzo, cuando dijo que habían muerto 1.351 militares rusos. Es probable que ese número sea mucho mayor. Un funcionario de la OTAN, citado por The Washington Post el 24 de marzo, dijo que habían muerto entre 7.000 y 15.000 soldados rusos.
Komsomolskaya pravda, un periódico pro-Kremlin, informó el 20 de marzo que casi 10.000 soldados rusos habían muerto en Ucrania, antes de borrar rápidamente los números y luego afirmar que el sitio había sido pirateado
Según Lora, Vyacheslav decidió firmar un contrato militar para servir en Ucrania el 6 de marzo.
"'Iré y serviré a la patria. Quiero hacerlo', es todo lo que dijo", relató Lora, y agregó que su hijo de 30 años, que había servido un año en las Fuerzas Aerotransportadas Rusas, se iba y dejaba detrás a una esposa y un niño recién nacido en Kazán para ir a pelear en Ucrania.
“Le dije que solo enviaban a pelear matones y mercenarios”, dijo Lora, expresando temor de que su hijo no estuviera preparado para lo que le esperaba a pesar de su servicio militar.
"Bueno, estuvo en el bosque durante un año con un uniforme militar, saltó [desde un avión] con un paracaídas, y dos veces lo dejaron usar una ametralladora vieja (...) ¿qué está haciendo con tal entrenamiento en una guerra?".
Lora sospecha que fue menos el fervor patriótico que la necesidad económica lo que llevó a su hijo y a otros como él a inscribirse, atraídos por los beneficios financieros relativamente generosos.
"Unos 50.000 rublos (505 dólares) es lo que perciben de dinero; luego puedes obtener una hipoteca y los heridos pueden llegar a unos 3 millones (30.300 dólares)", explicó Lora, y agregó que las perspectivas laborales locales con Rusia enfrentando sanciones occidentales sin precedentes por su agresión en Ucrania es especialmente sombría.
"Muchos de mis amigos se fueron a la guerra porque no pudieron encontrar trabajo. No hay trabajo aquí y los precios han subido; simplemente no hay nada para vivir", dijo.
"Y mi hijo también perdió su trabajo y se va ansiosamente a la guerra para poder sobrevivir de alguna manera", continuó Lora. "Después de todo, él necesita mantener a un niño y no hay pagos de licencia de maternidad. Debido a los tiempos difíciles, hubo peleas; también estaba discutiendo con su esposa. Entonces, un hombre de 30 años voluntariamente quiere ir a la guerra; simplemente huyendo de la vida cotidiana".
En el momento de la entrevista, publicada el 24 de marzo, Lora dijo que su hijo aún no se había ido a Ucrania, pero que le preocupaba si regresaría con vida o gravemente herido.
"Están trayendo muchos de ellos. Algunos de ellos no tienen piernas, otros no tienen brazos. Básicamente, estos son soldados recién contratados, es decir, tipos que acaban de unirse al ejército antes de irse a Ucrania. Ellos son jóvenes, muchos recién graduados", dijo. Lora hizo el recuento de acuerdo a lo que le había dicho un amigo que trabaja en un hospital militar en Rostov, cerca de la frontera con Ucrania y donde, según los informes, son llevados muchos de los heridos de Rusia.
Una vez conforme con la guerra de Putin, Lora ahora está furiosa contra la guerra mientras enfrenta la posibilidad de ver a su único hijo enviado a luchar.
"¿Cuántas guerras ha habido? ¿Cuántas personas murieron? Pero nadie recuerda por qué nuestra gente fue a luchar a Chechenia, Afganistán o Siria", dijo Lora. "Cuántas personas murieron en vano en una tierra extranjera. Ojalá supieran por qué estaban luchando. Pero solo sabremos la verdad en 30 años".
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