El presidente Nicolás Maduro decretó ajustes en el denominado “bono de guerra” que reciben los empleados públicos y en el bono de alimentación con criterio de “indexación”, pero no anunció un incremento del salario mínimo que se mantiene en 130 bolívares mensuales, el equivalente a 5,25 dólares a tasa oficial.
El denominado bono de guerra que se empezó a pagar a inicios de este año a empleados públicos, jubilados y pensionados, fue ajustado a 20 dólares mensuales y el bono de alimentación (Cestaticket), con el que los trabajadores pueden comprar alimentos, a 40 dólares.
Sin embargo, el martes por la mañana anunció que el bono de guerra quedaría en 30 dólares y no en 20 dólares como había anunciado horas antes.
Ambos bonos, según dijo, se “actualizarán periódicamente” a la tasa de cambio publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV).
“Hemos estado luchando con un bono de guerra, haciendo más con lo que tenemos (…) yo he venido madurando cómo mejorar los ingresos el transcurso de estos meses hasta que podamos tener la fortaleza financiera y dar un golpe definitivo en la recuperación del salario del trabajador venezolano”, aseguró Maduro durante un acto a propósito del Día Internacional de los Trabajadores.
También lea Trabajadores protestan contra “salarios de hambre” en VenezuelaMaduro pidió a los trabajadores a resistir con fuerza hasta que se logre la “recuperación total del salario”.
El mandatario atribuyó la falta de recursos a las sanciones de la comunidad internacional y a la trama de corrupción en la estatal PDVSA.
Trabajadores y jubilados venezolanos que aseguraban no tener expectativas respecto a los anuncios a propósito del 1 de mayo y que el lunes por la mañana protestaron para exigir reivindicaciones salariales, insistieron en que los aumentos que no cubran sus necesidades básicas son insuficientes.
“El artículo 91 dice que el salario debe ser establecido en función del costo de la canasta básica. La única manera de tener un salario igual es luchando desde abajo, con criterio propio”, dijo a la Voz de América Gustavo Martínez, miembro del partido Marea Socialista, en medio de la protesta registrada el lunes por la mañana en Caracas.
Orlando González, representante de Pensionados y Jubilados del estado Trujillo, a unos 600 kilómetros al suroeste de Caracas, se había pronunciado a favor de un ajuste salarial “digno” que les permita pagar sus medicinas y garantizarles calidad de vida.
“Es una humillación, es una aberración y queremos el aumento que sobrepase la canasta alimentaria. Ya basta de tanta humillación”, manifestó al ser consultado por VOA horas antes del anuncio.
También lea ¿Qué se compra con el sueldo de un profesor en Venezuela?En marzo, una familia de cinco personas necesitaba al menos 510,88 dólares para cubrir la canasta alimentaria, de acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
El último aumento salarial decretado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro fue en marzo de 2022. En ese entonces, el sueldo mínimo se ubicó en 130 bolívares, el equivalente a unos 30 dólares mensuales a tasa oficial. Hoy, tras la abrupta devaluación del bolívar a finales del año pasado e inicios del 2023, escasamente sobrepasa los 5 dólares
Estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) ubican la inflación acumulada en 67,7 %, mientras que la inflación interanual en 501 %.
“Otra burla”
Luis Cano, dirigente del Frente de Jubilados y Pensionados dijo a la VOA que aún desconocen cómo se manejarán los cálculos de los bonos, pero estima que lo más probable es que no tengan incidencia salarial.
“Los pensionados no cobran cestaticket. Algunos jubilados como es el caso nuestro que somos jubilados de salud lo tenemos por convención colectiva, pero el que es pensionado no tiene Cestaticket, sigue cobrando 130 bolívares más el bono de guerra”, expuso.
También lea La inflación vacía el bolsillo de los venezolanosHenrique Capriles, dos veces candidato presidencial y pre candidato a las elecciones internas de la oposición, calificó los anuncios de Maduro como “otra burla más” a los trabajadores públicos y pensionados.
“Más de 400 días teniendo la inflación más alta del mundo sin aumentar el salario mínimo y la pensión. A ello sumarle que los pensionados no reciben Cestaticket. Seguirá la lucha por un salario y pensión digna. Hoy queda ratificado que pasa por cambiar al por gobierno de la historia venezolana”, escribió en su cuenta en Twitter.
La Plataforma Unitaria Democrática de Venezuela, que reúne a buena parte de los partidos de oposición, dijo acompañar la indignación de los trabajadores venezolanos y cuestionó que millones de jubilados y pensionados sean “marginados y abandonados”.
“No hubo aumento, solo el cuento repetido de la guerra económica, que una vez más es la muralla con la que el régimen bofetea a los venezolanos. La única guerra es la que da la familia cada día para poder resistir al hambre”, subrayó en un comunicado.
La coalición opositora insistió en que los anuncios del lunes son “el colmo del descaro” y afirmó que “un mejor país con salarios justos solo será posible a través del cambio político”.
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