El mandatario estadounidense Barack Obama, junto a su esposa Michelle, visitó a los tres activistas -dos hispanos- quienes permanecen en huelga de hambre frente al Capitolio reclamando una reforma migratoria.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle, visitaron a los activistas en huelga de hambre que se encuentra frente al Capitolio para presionar a los congresistas a que aprueben una reforma migratoria lo antes posible.
Un día después del Día de acción de gracias, el feriado nacional más importante en EE.UU., el mandatario se detuvo frente al campamento en donde se encuentran Eliseo Medina, tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, Dae Joong Yoon, director del Consorcio Nacional Coreano-estadounidense para la Educación y el mexicano Christian Ávila, los tres activistas que mantienen ayuno desde el 12 de noviembre a escasos metros del Capitolio, en Washington.
Obama reconoció el valor de estos activistas y les aseguró que agradece el esfuerzo que realizan por una causa que consideran justa. También reiteró que todavía hay tiempo este año para que la Cámara de Representantes, en el Congreso y dominada por republicanos, discuta la reforma.
Esta misma semana, el mandatario había mencionado a Medina en su discurso en San Francisco, en donde dijo que "hay valientes defensores que llevan varios días ayunando frente al Capitolio, sacrificándose para que el gobierno actúe”.
Mientras tantos, distintas organizaciones no han parado las movilizaciones en todo el país, exigiendo a los legisladores estadounidenses la aprobación de la reforma migratoria lo antes posible.
Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles, Chirla, dijo que no dejarán de marchar para “recordar el espíritu de bienvenida con el que comenzó este país y que se nos ha olvidado”.
Salas se refería al recibimiento que los indígenas americanos dieron a los peregrinos europeos cuando llegaron a la costa este de lo que hoy es Estados Unidos.
Un día después del Día de acción de gracias, el feriado nacional más importante en EE.UU., el mandatario se detuvo frente al campamento en donde se encuentran Eliseo Medina, tesorero del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, Dae Joong Yoon, director del Consorcio Nacional Coreano-estadounidense para la Educación y el mexicano Christian Ávila, los tres activistas que mantienen ayuno desde el 12 de noviembre a escasos metros del Capitolio, en Washington.
Obama reconoció el valor de estos activistas y les aseguró que agradece el esfuerzo que realizan por una causa que consideran justa. También reiteró que todavía hay tiempo este año para que la Cámara de Representantes, en el Congreso y dominada por republicanos, discuta la reforma.
Esta misma semana, el mandatario había mencionado a Medina en su discurso en San Francisco, en donde dijo que "hay valientes defensores que llevan varios días ayunando frente al Capitolio, sacrificándose para que el gobierno actúe”.
Mientras tantos, distintas organizaciones no han parado las movilizaciones en todo el país, exigiendo a los legisladores estadounidenses la aprobación de la reforma migratoria lo antes posible.
Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición de los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles, Chirla, dijo que no dejarán de marchar para “recordar el espíritu de bienvenida con el que comenzó este país y que se nos ha olvidado”.
Salas se refería al recibimiento que los indígenas americanos dieron a los peregrinos europeos cuando llegaron a la costa este de lo que hoy es Estados Unidos.