El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, encabezó el viernes la llamada "Marcha por la Vida", que cada año recorre Washington con un mensaje de rechazo frontal al aborto.
Pence es el funcionario gubernamental de más alta jerarquía que ha participado jamás en el evento. Durante su discurso a los activistas, afirmó que poner fin al financiamiento fiscal del aborto es una prioridad importante del presidente Donald Trump.
Pence prometió que la administración Trump "trabajará con el Congreso para poner fin al financiamiento con fondos del gobierno del aborto y de los proveedores de abortos, y dedicaremos esos recursos a servicios de salud para mujeres en todo el país".
Pence dijo que los fundadores de la nación, escribieron en la Declaración de Independencia: "vida, libertad y la búsqueda de la felicidad" para todos los estadounidenses, incluidos los que aún no han nacido.
También culpó a la Corte Suprema, que en su histórico fallo del caso Roe v. Wade en 1973 legalizó el aborto, de "dar la espalda a esos eternos ideales". Y anunció que el presidente Donald Trump, nominará la próxima semana a un juez para la Corte Suprema de Justicia que "ratificará las libertades otorgadas por Dios y consagradas en nuestra Constitución".
En este video, Angélica Herrera, periodista de la VOA, acompañó a quienes apoyan la iniciativa.
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También participaron en la manifestación la consejera presidencial Kellyanne Conway, los legisladores republicanos Chris Smith, Joni Ernst, y Mia Love, así como el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Michael Dolan, y la actriz mexicana de telenovelas Karyme Lozano.
El presidente Donald Trump usó su cuenta de Twitter para expresar a la Marcha por la Vida en Washington, con un mensaje en el que dijo:
"La #MarchaporlaVida es tan importante. A todos ustedes que están marchando---tienen todo mi apoyo!".
Una estipulación presupuestaria conocida como la Enmienda Hyde, ya prohibe el financiamiento federal de la mayoría de abortos para las personas de bajos recursos que reciben servicios de atención médica bajo el programa Medicaid.
A los conservadores les gustaría que la norma se convierta en una ley permanente.
Otros presidentes republicanos, como Ronald Reagan (1981-1989) y George W. Bush (2001-2009), participaron con un mensaje no presencial en esta marcha, que celebra este año su edición 44.
Los antiabortistas confían en que la convocatoria de hoy "sea muy especial" porque, tras ocho años de Gobierno demócrata, "por fin" tienen de nuevo una Casa Blanca que está en sintonía con sus convicciones.
"Ahora sí tenemos un Gobierno que nos escucha y nos defiende. Las políticas de Barack Obama fueron terribles", explicó Sarah, una joven que irá a la marcha con sus amigas del grupo de jóvenes de su iglesia.
Una de las primeras órdenes ejecutivas que firmó Trump como presidente, el lunes pasado, fue una que prohíbe el uso de fondos del Gobierno para subvencionar a grupos que practiquen o asesoren sobre el aborto en el extranjero, una política republicana que data de la década de 1980 y que Obama había cancelado.
Trump se esforzó en su campaña por despejar cualquier duda sobre su posición sobre el aborto, tras la apertura que mostró en el pasado, y logró pacificar a este sector prometiendo nominar jueces contrarios al aborto para el Tribunal Supremo y eligiendo a Pence como vicepresidente.
El actual vicepresidente de Estados Unidos, encabezó en la Cámara de Representantes, el tipo de batallas que libran los republicanos en contra del aborto.