La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) protesta por la política minera impulsada por el gobierno de Rafael Correa quien ya firmó un contrato con la empresa china Ecuacorriente con el fin de explotar yacimientos de cobre en El Pangui.
La marcha se ha desarrollado en completa calma, con actos culturales y coincide con la coenmemoración del Día del Agua.
Cerca de 1.000 indígenas ingresaron por el sur a la capital ecuatoriana con una gran bandera multicolor, mientras que otros 500 nativos arribaron por la zona norte donde, según versiones de medios, se unieron a militantes del Movimiento Popular Democrático (MPD).
Ante la llegada de unos 1500 indígenas a Quito, el mandatario convocó a sus partidarios y seguidores para una multitudinaria concentración que lo respalde y denunció que militantes del MPD estaban manipulando la protesta, e incluso denunció intenciones golpistas.
“Toda revolución tiene su contrarrevolución. Qué pena que en ésta se involucren ciertos compañeros indígenas, pero así es la lucha”, declaró el mandatario a través de su cuenta en Twitter y reiteró que “el mayor error de cierta dirigencia indígena: dejarse utilizar por el MPD y la derecha (ya estoy convencido de que son lo mismo)”.
La dirigencia indígena, por su parte, afirma que su movilización es pacífica, sin fines desestabilizadores y que sólo busca que el gobierno los escuche y tome acciones para garantizarles el acceso al agua y la redistribución de la tierra.