Cuatro buques de guerra de Estados Unidos entraron el lunes en el Mar de Barents por primera vez en varias décadas, como parte de operaciones de seguridad marítimas dirigidas a asegurar la libre navegación en el Círculo Polar Ártico.
A los destructores USS Donald Cook, USS Porter y USS Roosevelt, y el barco rápido de apoyo USNS Supply, se les unió el lunes el británico HMS Kent.
Estas naves de superficie, a diferencia de los submarinos que regularmente transitan las aguas del Ártico, no operaban en el Mar de Barents desde mediados de la década de 1980, cuando la Guerra Fría.
“En estos tiempos difíciles es más importante que nunca que mantengamos nuestro ritmo de operaciones en el teatro europeo”, dijo la vicealmiranta Lisa Franchetti, comandante de la Sexta Flota de Estados Unidos.
Añadió que la operación es crítica para reforzar una base de preparación combativa en el Ártico, donde las inclemencias del tiempo son rigurosas para las embarcaciones.
El Ministerio de Defensa de Rusia fue notificado el viernes sobre la visita al Mar de Barents, “en un esfuerzo para evitar malentendidos, reducir el riesgo y prevenir una escalada inadvertida”, informó un comunicado de la Sexta Flota.
El comandante supremo de la OTAN en Europa, general Tod Wolters, dijo en febrero en el Congreso que el Ártico sigue siendo de “gran preocupación” para la alianza, ya que Rusia y China han ampliado su actividad militar en esa zona.
Según Wolters, Estados Unidos necesitaba enfocarse también en el Ártico como en el Báltico y el resto del mundo.
Unas maniobras de la OTAN en el ártico comenzaron en marzo, pero fueron canceladas antes de terminar debido a la pandemia del coronavirus.
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