El reverendo, doctor Martin Luther King Junior, marchó y movilizó a millones para defender los derechos civiles en Estados Unidos. A través de una filosofía de no violencia, King ayudó a hacer avanzar a Estados Unidos hacia la aprobación de dos importantes leyes en el siglo XX: La Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derecho al Voto de 1965.
Este 4 de abril se cumplen 50 años de su asesinato, oportunidad en la que echamos un vistazo al influyente, algunas veces líder renuente líder del movimiento de derechos civiles estadounidense.
El 4 de abril de 1968 James Earl Ray asesinó a tiros a King en un balcón del Lorraine Motel en la sureña ciudad de Memphis, Tennessee.
Más de 100.000 personas salieron a las calles de Atlanta, el lugar de nacimiento de King, el 9 de abril, mientas dos mulas tiraban de un simple carro de granja que llevaba el cuerpo de King.
El funeral de King atrajo caras famosas de la época, incluido el senador Robert Kennedy; el futuro presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, y su compañero activista de derechos civiles, el reverendo Jesse Jackson.
Jackson habló con la Voz de América en agosto de 2011, durante una ceremonia en recuerdo de King en Washington.
“Él realmente es un símbolo de poder, justicia, paz y reconciliación, pero tuvimos que ganar algunas fuertes batallas para llegar a la reconciliación. La batalla de Montgomery involucró confrontación y perseverancia para ganar la lucha”.
Las batallas en Alabama eran por los derechos al voto negado a los negros en muchas partes del sur de Estados Unidos. Fueron seguidas de más violencia policial contra civiles en la ciudad de Selma, en lo que se llegó a conocer como “Domingo sangriento”.
El congresista John Lewis fue uno de los líderes de la protesta de estudiantes.
“Vinieron hacia nosotros y nos golpeaban con porras y nos pisaban con caballos, usaban gases lacrimógenos. Yo fui golpeado en la cabeza por un policía estatal con una porra. Tuve una conmoción en el puente. Pensé que iba a morir. Pensé que vi la muerte”.
Los hechos de violencia que fueron televisados generaron clamorosas protestas.
“Debemos hacer que el mundo sepa que es necesario protestar contra esta maldad, problemas de la negación del derecho al voto hasta la brutalidad policial”, dijo King.
Pocos días después, una orden judicial dio permiso a King para que encabezara decenas de miles de manifestantes en una marcha de Selma a Montgomery, la capital de Alabama.
“Martin Luther King Junior vino a visitarme en mi habitación del hospital y dijo John, no te preocupes. Marcharemos de Selma a Montgomery y la Ley de derecho al voto será aprobada”.
Un año después que el presidente estadounidense Lyndon Johnson firmara la Ley de derechos civiles, la estrategia de protestas pacíficas llevó a la firma de la Ley de derechos al voto de 1965.
“Él creía en el proceso legal. Pensaba que la litigación solamente era muy lenta. Necesitabas litigación, manifestación y legislación. Creía en una acción masiva para transformar las masivas marchas y cambiar la cultura que nos llevó a la necesidad de marchar”, dijo Jesse Jackson.
La más famosa de las marchas fue en 1963 en Washington.
“Tengo un sueño que un día esta nación se levantará…”, dijo King.
Se estima que 250.000 personas se reunieron en el National Mall frente al Monumento a Lincoln para escuchar el icónico discurso de King.
Era un sueño de libertad y equidad en un país que fue construido en base a los esclavos.
El periodista del New York Times Earl Caldwell fue enviado a Memphis para cubrir a King.
“¿Qué estaba en la mente de King, y lo que quería conversar conmigo sobre lo que llamaba la campaña de la gente pobre? Él dijo que iba a reunión a gente pobre de todo el país, las llevaría a Washington, y que iba a detener la actividad del gobierno de Estados Unidos hasta que hubiera acuerdo sobre el problema de la pobreza, particularmente entre la gente negra”.
La aprobación de la Ley de Derechos Civiles forzó a un cambio legal en la década de 1960, pero activistas como Jesse Jackson dicen que el cambio real es a menudo lento.
“Hoy somos una nación diferente y mejor en el sentido de que las barbáricas leyes inciviles del apartheid racial han terminado entonces las brechas sociales se han cerrado, pero las brechas económicas… Somos libres, pero menos iguales”.
El legado de King de protestas pacíficas sigue viviendo… más recientemente en la Marcha por Nuestras Vidas en Washington. Organizadores de una marcha sobre el control de armas en Washington estimaron una multitud de aproximadamente 800.000 personas, entre ellas la nieta de King, Yolanda Renee King.
“Mi abuelo tenía un sueño de que sus cuatro pequeños hijos no fuera juzgados por el color de su piel, sino por su carácter”.
Antes de su asesinato en 1968, Martin Luther King Junior fue galardonado con el premio Nobel de la Paz por su campaña no violenta por la igualdad. Hoy, más de 100 escuelas y más de 900 calles en Estados Unidos, llevan su nombre.