Soldados gubernamentales aún revisan el edificio en busca de remanentes de resistencia, mientras la recuperación de cadáveres aún no comienza.
No obstante el fin del asalto terrorista al centro comercial Westgate de Nairobi, el miércoles hubo nuevos disparos dentro del establecimiento recuperado por las fuerzas gubernamentales.
Según un vocero del gobierno, los disparos fueron hechos por soldados que todavía no han revisado todo el edificio y cada vez que entran a una zona disparan para asegurarse de no ser emboscados.
Revisar todo el vasto complejo –que incluía tiendas de marcas famosas como Bose, Nike y Adidas, así como bancos, restaurantes y un casino— tomará algún tiempo.
Mientras tanto, el grupo al-Shabab, que ha reivindicado el ataque, dijo que el gobierno es responsable de la muerte de 137 rehenes.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, reconoció solamente 61 civiles y 7 soldados muertos, pero el proceso de retirar los cadáveres que yacen entre los escombros y que podría incrementar sensiblemente ese número no había comenzado este miércoles, una posible indicación de que la situación todavía no es del todo segura.
Tres pisos del edificio colapsaron luego de que los rebeldes iniciaron un incendio con el que pretendían crear una cortina de humo para escapar. Existe el temor de que además de rehenes todavía haya atacantes vivos.
El gobierno keniata ha dicho que espera la llegada de expertos forenses de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel para asistirles en la investigación del ataque.
Según un vocero del gobierno, los disparos fueron hechos por soldados que todavía no han revisado todo el edificio y cada vez que entran a una zona disparan para asegurarse de no ser emboscados.
Revisar todo el vasto complejo –que incluía tiendas de marcas famosas como Bose, Nike y Adidas, así como bancos, restaurantes y un casino— tomará algún tiempo.
Mientras tanto, el grupo al-Shabab, que ha reivindicado el ataque, dijo que el gobierno es responsable de la muerte de 137 rehenes.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, reconoció solamente 61 civiles y 7 soldados muertos, pero el proceso de retirar los cadáveres que yacen entre los escombros y que podría incrementar sensiblemente ese número no había comenzado este miércoles, una posible indicación de que la situación todavía no es del todo segura.
Tres pisos del edificio colapsaron luego de que los rebeldes iniciaron un incendio con el que pretendían crear una cortina de humo para escapar. Existe el temor de que además de rehenes todavía haya atacantes vivos.
El gobierno keniata ha dicho que espera la llegada de expertos forenses de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel para asistirles en la investigación del ataque.