Más mujeres decidieron someterse a una ligadura de trompas luego de que el fallo del caso de Roe contra Wade fue anulado en 2022 por la Corte Suprema de Estados Unidos, de acuerdo con un estudio nuevo, y los aumentos más grandes se registraron en estados que prohíben el aborto.
Un estudio publicado el miércoles en la revista JAMA revisó los datos de las reclamaciones de seguros de 2021 y de 2022 de unas 4,8 millones de mujeres que se sometieron a ligaduras de trompas, que es un procedimiento en el que se cortan y atan las trompas de Falopio para que la paciente ya no pueda embarazarse. Los datos provenían de 36 estados y Washington D.C., y los investigadores catalogaron estos lugares como “prohibidos”, “limitados” o “protegidos” con base en sus políticas de aborto.
En los 18 meses que transcurrieron antes de la decisión de junio de 2022, las ligaduras de trompas se mantuvieron estables en los tres grupos de estados. Pero en la segunda mitad de 2022, el procedimiento aumentó en los tres grupos. Los investigadores también revisaron un cambio sostenido en las cifras con el paso del tiempo, y encontraron que las ligaduras de trompas subieron un 3 % al mes en los estados con prohibiciones al aborto.
“No es completamente sorprendente” dados los cambios a las leyes de aborto, comentó Xiao Xu, principal autor de la investigación y profesor adjunto de ciencias reproductivas en el Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia.
También lea Medidas en boletas de 41 estados dan voz a votantes sobre aborto y otros asuntos difíciles en EEUULa investigación se suma a otros hallazgos sobre el aumento de procedimientos de esterilización luego de que se anuló el fallo de Roe contra Wade, incluido un estudio publicado en abril en el Foro de Salud de JAMA que encontró un incremento brusco de las ligaduras de trompas entre las mujeres de 18 a 30 años y de vasectomías entre los hombres de ese grupo de edad.
“Parece que los datos que utilizaron permitían desglosar las cosas por estados, lo cual está muy bien y es algo que nosotros no pudimos hacer con los datos que utilizamos”, afirma Jacqueline Ellison, autora del estudio de abril que trabaja en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh.
El doctor Clayton Alfonso recordó haber visto un aumento de las ligaduras de trompas en su consultorio ginecológico en la Universidad de Duke en Carolina del Norte, “sobre todo cerca del fallo” de la Corte Suprema.
Las pacientes que no quieren más hijos —o ninguno— estaban preocupadas de que los anticonceptivos no funcionaran y quedaran embarazadas inesperadamente, dijo Alfonso, que no participó en ningún estudio. Las pacientes le dijeron que preferían esterilizarse en caso de que no pudieran abortar.
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