Los tiempos de crisis suelen ser también momentos para sacar el lado positivo de las personas o entidades y unirlas por buenas causas. Es así que en medio de la crisis de salud a causa del coronavirus, distintas corporaciones o individuos, han donado de su tiempo, recursos y creatividad para ayudar a otros que están en peor situación.
Eso es lo que inspiró a Cynthia Shirkey, una peruana radicada en el estado de Virginia, en Estados Unidos, quien decidió comenzar a hacer máscaras protectoras para donarlas a personas o entidades que lo necesiten.
"Comencé a hacerlo porque me sentí con la inquietud de querer ayudar, ya que afortunadamente todavía tengo trabajo y estoy recibiendo ingresos al igual que mi esposo, pero es triste ver lo que está pasando", dijo la peruana a la Voz de América.
Shirkey, quien tiene un negocio de bordado y un trabajo de tiempo completo, dice que nunca antes había hecho mascarillas de este tipo, pero eso no fue impedimento para echar a andar su deseo de ayudar.
Ante el aumento de casos de coronavirus, las autoridades están solicitando a la población en general que utilicen mascarillas.
"Me propuse aprender ya que yo me dedico más al bordado con mi negocio, y hay distintos tipos de mascarillas y no sabía usar mucho mi máquina de coser, y hasta ahora he hecho 100 y estoy tratando de hacer 100 más", nos cuenta con satisfacción.
Explica que las primeras 100 que ha terminado las costeó con fondos propios, pero que gracias a sus amigos y personas que han visto su obra en la página web del negocio, ha comenzado a recibir donativos para que siga trabajando.
"Tengo personas que me han contactado de Florida y tengo amigas que han ordenado tela y las recojo de la tienda y una señora vio mi post en Facebook y me donó un poquito de elástico", cuenta a la VOA.
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Apoyo de la familia
Cyinthia dice que no podría lograr este esfuerzo sin el apoyo de su familia, que ha estado a su lado desde que surgió la idea.
"Mi esposo me ayuda en poder ir a comprar lo que necesito y a la misma vez me da el espacio y paciencia para seguir adelante. Mis hijos me ayudan con traer lo que necesito y con los quehaceres de la casa mientras estoy trabajando en las máscaras", cuenta.
Agrega que a pesar del cansancio físico que pueda sentir, la satisfacción por saber que está ayudando la recompensa.
"A la misma vez les enseño a mis hijos que tenemos mucha suerte que podemos ayudar a los demás ya que tenemos una vida relativamente privilegiada y hay mucha gente que no tiene dinero para ir al mercado a comprar las cosas diarias", reflexiona.
Cynthia agrega que sigue las instrucciones de seguridad necesarias para crear estas mascarillas y que estas pueden lavarse para ser reutilizadas.
Si desean contribuir a la causa de Cynthia, pueden visitar su página en Facebook en este enlace.
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