McCallen prospera sin violencia

Una potencial mejora en la situación en la frontera puede ser beneficiosa también para McCallen..

Una gran parte de la economía se basa en los servicios de administración y apoyo para las maquiladoras del lado mexicano.

La creciente violencia criminal en el Norte de México, especialmente en la frontera con Estados Unidos, ha llevado a líderes políticos como el gobernador de Texas, Rick Perry, a hablar sobre las amenazas para las comunidades estadounidenses en el área.

Sin embargo, las estadísticas de la Departamento Federal de Investigaciones, FBI, muestran que hay ciudades y pueblos fronterizos con tasas de delincuencia mucho más bajas que en otras partes del país.

Una de esas ciudades es McAllen, en Texas, en el valle del Río Grande, una de las comunidades más prósperas y pacífica de la frontera.

El presidente de la Corporación de Desarrollo Económico de McAllen, Keith Patridge, destaca que “hace muy poco fuimos reconocidos como la primera ciudad de Estados Unidos en alcanzar niveles de actividad económica similares al período previo a la recesión”.

Pero también “algo de lo que seguimos orgullosos es que fuimos una de las pocas áreas metropolitanas de Estados Unidos que ha tenido un positivo crecimiento de empleos durante toda esta crisis económica”, señaló Patridge.

McAllen es una zona agrícola donde se cultivan frutas y vegetales todo el año. También recibe turistas, especialmente en el invierno.

Pero una gran parte de la economía se basa en los servicios de administración y apoyo para las maquiladoras del lado mexicano de la frontera, donde según Patridge, unos 100.000 trabajadores fabrican productos que son enviados a Estados Unidos.

El profesor John Sargent, de la Facultad Pan-Americana de Administración de Empresas, de la Universidad de Texas, dice que el crecimiento económico de McAllen es impresionante.

“Si se miran los últimos diez años y se consideran las medidas como la creación de empleos, esta ha sido una de las áreas metropolitanas más dinámicas de la frontera Estados Unidos-México”, afirma Sargent, y agrega que “consistentemente es calificada como una de las cinco mejores en la nación”.

Sargent reconoce que parte del crecimiento proviene de mexicanos con dinero que huyen de la violencia e invierten en empresas en el lado estadounidense de la frontera.

Pero el académico dice que eso puede ser temporal, tan pronto como ocurra un cambio en México, si los cárteles de la droga dejan de enfrentarse y el gobierno mexicano reduce su ofensiva.

Keith Patridge cree que las cosas mejorarán en el próximo año o un poco más allá, a medida que las partes en el conflicto interno se cansen de luchar.

Eso le convendría a McAllen y a la economía de frontera, aunque el gobierno estadounidense posiblemente continuará presionando a México para que detenga a los narcotraficantes.