La Serie Mundial se podría decir por un pelo... o dos de las barbas de sus jugadores.
Los Medias Rojas de Boston y los Cardenales de San Luis lucen parejos para el inicio de la Serie Mundial de beisbol que comienza esta noche en el Fenway Park de Boston, pero si hay un favorito esos son los Medias Rojas… por un pelín.
Y es que la alineación de Boston está llena de pelos faciales— barbas y bigotes— que se han convertido en algo que une e identifica al equipo y dice mucho de su química en estos últimos días de octubre.
Las barbas, como los jugadores que las portan, tienen hasta apodos. Caso de ejemplo es Jarrod Saltalamacchia, conocido como “Salty” (salado), mientras su barba es conocida como “The Saltine”, (la galleta salada). El canadiense Ryan Depster es “el Canuck”, mientras David Ross y su barca son conocidos como “The Wolf” (el Lobo).
En volumen, la barba más grande es la de Mike Napoli, el líder de la casa. “Parece un cavernícola”, dice Brandon Workam, añadiendo que “todos lo debemos respetar”.
Los Cardenales tienen también sus barbudos y la barba más llamativa es la que luce el lanzador Jason Motte, que le cae desde la barbilla para formar dos trenzas en forma de cascada. Hay otros jugadores con barba, pero en los demás casos, son bien cuidadas y recortadas.
Así, en la competencia de los pelos, San Luis lo tiene todo perdido.
Y es que la alineación de Boston está llena de pelos faciales— barbas y bigotes— que se han convertido en algo que une e identifica al equipo y dice mucho de su química en estos últimos días de octubre.
Las barbas, como los jugadores que las portan, tienen hasta apodos. Caso de ejemplo es Jarrod Saltalamacchia, conocido como “Salty” (salado), mientras su barba es conocida como “The Saltine”, (la galleta salada). El canadiense Ryan Depster es “el Canuck”, mientras David Ross y su barca son conocidos como “The Wolf” (el Lobo).
En volumen, la barba más grande es la de Mike Napoli, el líder de la casa. “Parece un cavernícola”, dice Brandon Workam, añadiendo que “todos lo debemos respetar”.
Los Cardenales tienen también sus barbudos y la barba más llamativa es la que luce el lanzador Jason Motte, que le cae desde la barbilla para formar dos trenzas en forma de cascada. Hay otros jugadores con barba, pero en los demás casos, son bien cuidadas y recortadas.
Así, en la competencia de los pelos, San Luis lo tiene todo perdido.